La Unión Europea "decide eliminar los descartes pesqueros (devolver al mar las especies no deseadas o aquellas para las que se carece de cuota) y para lograrlo aprueba la correspondiente norma pero luego deja en manos del sector la resolución de un problema que ella misma ha causado y como única respuesta dice que se le presenten planes y proyectos para lograr el objetivo". Tal es la crítica recogida ayer por este diario en la flota arrastrera de pesquerías mixtas que faena en Gran Sol, la más afectada por la normativa de reducción de los descartes pesqueros que incluye la reforma de la Política Pesquera Común, y que asiste con "preocupación" a la cada vez más cercana necesidad de ajustarse a la nueva normativa, que les obligará a descargar todo el pescado capturado y, cuando se produzcan excesos, en algunos casos se le detraería tal exceso de su propio cupo.

Hay que recordar que la normativa de descartes aprobada establece para 2014 la reducción de los descartes para la flota que captura pelágico, como jurel, caballa o En función de las medidas de flexibilidad aporbadas por Bruselas, se permitirá una tolerancia del 7% en el primer año, que se quedará en el 5% a partir del tercero de aplicación. Mientras, para especies como merluza, bacalao, eglefino, cigala o carbonero, que captura la flota gallega de Gran Sol, se establece que la normativa comenzará en 2016 y, ya a partir de 2019, regirá para todas las especies.

Desde la flota gransolera viguesa se recordaba ayer que todavía a finales del pasado mes de octubre en una reunión en Bruselas, la representación de la Comisión Europea "trasladó al sector este tema para simplemente pedirle que presente planes para aplicar la reducción y eliminación de los descartes cuando se supone que alguien que decide una norma debería concretar cómo se aplica".

Tales planes para minimizar los descartes incluirían medidas técnicas referidas a los aparejos, artes o modos de pesca y tales proyectos y planes, requieren de la colaboración de administración, científicos y el propio sector, que debe poner fondos y medios para la experimeantación.

Ahora, el sector pesquero está a la espera de que desde la propia administración pesquera española, que ya ha celebrado encuentros con expertos para abordar el cumplimiento de la nueva normativa de descartes, convoque al propio sector a una mesa de trabajo sobre el asunto.

Según las fuentes consultadas, el sector pesquero comunitario ha presentado ya cerca de 80 proyectos dirigidos a minimzar los descartes y, entre ellos, algunos en los que participa la Cooperativa de Armadores de Vigo o sus asociados, que incluyen desde artes y medidas técnicas a propuestas de valorización comercial o aprovechamiento de las especies hasta ahora desechadas por la flota por su escaso valor comercial.