La escasez de cuotas -principalmente de jurel- y las bajas cotizaciones del pescado registradas en los últimos días hizo que la pasada semana la flota de cerco de la provincia coruñesa sopesase la opción de amarrar a puerto al no ver rentable su actividad. Tras una reunión celebrada entre los representantes del segmento, la opción de los armadores es no llevar a cabo el amarre, al considerar que sería "todavía menos rentable" que la actual campaña del jurel. El sector considera que debe terminar el presente ejercicio "como se pueda" y, de cara al próximo año, exigir a la Administración unos nuevos criterios de reparto de cuotas para los barcos gallegos.

"Decidimos que la solución no es amarrar. Hay que salir al mar, no hay otro remedio. Es mejor ganar poco que nada", explica el portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Andrés García. "Acabaremos la campaña como se pueda, pero tenemos que hacer presión para conseguir un reparto más justo", añade.

Y es que los armadores critican la gestión que plantea la Secretaría General de Pesca para el próximo ejercicio en dos especies clave para la flota gallega: el jurel y la xarda. El reparto pasa por tomar como referencia el cuadro histórico de capturas de los últimos tres años, en los que -según el sector- una parte de la flota de otras comunidades pudo faenar sin cuota límite. "Necesitamos un reparto justo, que tendríamos que gestionar nosotros mismos desde Galicia, porque lo que está pasando es una ruina, un caos", critica.

El precio

Pero la gestión de los recursos no es el único problema: el precio medio del jurel también influye en su malestar. La cotización media este año en las lonjas de la comunidad es la más baja de los cuatro últimos ejercicios. Según los datos de la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, el jurel se vende a una media de 0,80 euros por kilo, frente a los 1,03 registrados el pasado año, los 1,00 de 2012 o los 0,82 euros de 2011.