La acusada caída de precios que están sufriendo sus productos principales, pez espada y aletas de tiburón, unido a los altos costes de explotación y nuevas normas comunitarias como la prohibición de cortar las aletas de tiburón a bordo que repercutirá negativamente en sus resultados tienen al sector del palangre de superficie -más de un centenar de barcos, mayoritariamente de los puertos de Vigo y A Guarda- en una situación "muy complicada", que incluso puede traducirse en poco tiempo en parte de la flota amarrada. Tal vez "hasta un 30% a medio plazo". Tal es el cálculo o augurio que ayer realizó Conchi Ortega, gerente de la asociación de Espaderos Guardeses.

Ortega señaló que varios barcos ya han decidido parar "para no perder dinero y otros se lo plantean porque si las cosas no cambian es muy difícil mantener la actividad y el desguace tampoco es el camino porque los fondos son escasos y esta flota, con barcos de menos de veinte años, no está tan primada en las convocatorias como las que están sujetas a planes de recuperación o a paradas obligatorias". Esta situación fue planteada a la Secretaría General de Pesca (SGP) en una reunión a comienzos de esta semana para analizar la situación del sector palangrero, que reclama fondos adicionales para poder acceder a desguaces.

Ortega señala como principal causa de esta situación el acusado descenso del precio del pescado en los últimos meses y que llega a más del 50% sin que las razones estén claras. En concreto, el kilo de pez espada no pasa ahora de los 3 ó 4 euros por kilo y el de las aletas de tiburón no supera los 5. "Pedimos al Ministerio que investigue las razones de esta situación", señala Ortega. El propio secretario general de Pesca, Carlos Domínguez, denunció aún hace unos días, en sintonía con lo expresado días antes en este diario por el gerente de la Organización de Palangreros Guardeses, Juan Carlos Pintos, que hay puertos europeos que actúan como "de conveniencia" para la entrada de pesca ilegal. por la "permisividad de algunos gobiernos y la falta de coordinación" en el control. Según trasladó a este diario ayer el secretario general de Cepesca, Javier Garat, en la reunión de esta semana en la SGP se analizó esta cuestión, por su negativo efecto en la flota española, y el Ministerio detalló su labor inspectora al tiempo que trasladó sus peticiones a la CE para que muestre "el mismo rigor en el control de estas importaciones". Otras cuestiones que están afectando negativamente al precio son algunos "problemas burocráticos para las exportaciones a China o la reducción de la demanda de aletas de tiburón por la presión ecologista", según Ortega.

Y a la pérdida de rentabilidad por estos problemas se suma el incremento de los costes de explotación de esta flota -especialmente por el coste del combustible-, que en pocos días tendrá que asumir el coste añadido de tener que desembarcar el tiburón con las aletas adheridas en cumplimiento de la normativa comunitaria recientemente aprobada y que está apunto de entar en vigor.