El bombero Sergio Sanlés: el compañero de la sonrisa inconfundible

“A veces te preguntas... ¿por qué siempre se van las buenas personas?”. Esta fue una de las tantas cuestiones que, todavía incrédulos ante la trágica noticia, se hacían los agentes de la Policía Local que conocían a Sergio Sanlés Domínguez. Y es que antes de su traslado a Bomberos, ejerció como efectivo municipal, tras su ingreso en el Cuerpo en 1999. “Sencillo, alegre, correcto, amable, un amor de persona, siempre desprendiendo positividad, el compañero de la sonrisa inconfundible...” son parte de las muestras de cariño que todos sus amigos y compañeros de los distintos Cuerpos guardan de él.

Vecino de Vigo de 48 años, Sergio Sanlés Domíguez estaba casado y tenía dos hijos pequeños. Ingresó en la Policía Local en marzo de 1999. En diciembre de 2002 solicitó su excedencia voluntaria para formar parte de la plantilla de bomberos, rango que ostentaba, aunque este sábado ejercía de sargento durante la intervención que le costó la vida, por su veteranía y ante la falta de otro sargento en el retén de seis hombres que acudió a la emergencia en Beiramar. 

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Su compromiso al servicio de la sociedad era innegable en la administración local, tanto en sus primeros años en la oficina de Praza do Rei como en el parque de bomberos de Teis o Coruxo, donde se encontraba ayer.

Todos, sin excepción, coincidían en afirmar que Sergio era un muy buen compañero, amable y dispuesto a ayudar, una de estas personas que siempre tiende una mano amiga.

Todos coincidían en afirmar que Sergio era un muy buen compañero, amable y dispuesto a ayudar

Fueron más de dos décadas de experiencia en el cuerpo de emergencias municipal, lo que lo conviertieron en uno de los efectivos más queridos y apreciados por jefes y compañeros; ejemplo también de su especial sensibilidad por ayudar a los demás, y a la ciudadanía en general. El día de ayer fue un ejemplo de ello.

Los primeros seis bomberos en llegar, con Sergio Sanlés ejerciendo de sargento y al frente de la dotación, tenían que hacer una valoración de la estructura afectada tras la llamada de un particular alertando de la situación de ruinas de una vivienda abandonada.

Primero inspeccionaron el edificio y lo balizaron. Fue en ese momento cuando se le cayó encima a Sanlés una parte del inmueble, cobrándose la vida de uno de los efectivos y agentes más queridos del cuerpo de Policía Local y Bomberos del municipio de Vigo. 

El velorio tiene lugar este domingo desde las 16.00 horas en el Tanatorio de Emorvisa (Pereiró) -sala n.º 9- hasta las 19.00 h, cuando se oficiará una misa. Posteriormente, se procederá a su incineración en la intimidad familiar y traslado a O Grove.