Puesta a punto del “Ocean Endeavour” para ir al Ártico

Cuando salió de astilleros polacos en 1982 para engrosar la potente flota soviética del Báltico lucía el nombre del escritor ruso Konstantin Simonov. Años más tarde sería conocido en el negocio de los cruceros como Francesca y The Iris para empresas de origen venezolano e israelí respectivamente, tras lo cual volvería al Báltico de la mano de la firma finlandesa Kristina Cruises para servicios regulares entre Helsinki y puertos del Báltico oriental con el nombre de Kristina Katarina.

Tras más de 30 años de intenso movimiento, en 2014 fue adquirido por una firma especializada en el emergente mercado de los cruceros de expedición, con el que el rebautizado Ocean Endeavour volvió a salir a flote. Y este sábado arribó a Vigo por primera vez bajo su último nombre y consignado por Pérez y Cía., aunque sin pasaje y tripulado por 65 personas.

El veterano buque atracó en viaje directo desde la lejana Antártida vía Montevideo, para a partir de la próxima semana ponerse a punto en uno de los diques de Metalships antes de encarar su próxima temporada en el Ártico, hacia donde zarpará dentro de un par de semanas según fuentes del propio astillero. En su primera etapa como ferry ruso, el Konstantin Simonov había tocado en Vigo en tres ocasiones en la primavera de 1984, con turistas alemanes, y más tarde, como Kristina Katarina, otras cinco veces entre 2010 y 2014. El actual aspecto exterior de la multinacional embarcación habla a las claras de otros tiempos, aunque el auge de los cruceros en mares polares ha supuesto un salvavidas para su continuidad, pero también es cierto, sin lujos ni excentricidades.