Guixar frena el avance de Leixões, que retoma su “megadársena” de un kilómetro de rellenos

La terminal viguesa, que contará con otra grúa Post-Panamax, crece en tráfico de contenedores frente al retroceso de la lusa en los dos últimos años

La hoja de ruta de Matosinhos prevé un nuevo espacio superior al de Termavi

Vista de la terminal de Guixar.

Vista de la terminal de Guixar. / Marta G. Brea

Lara Graña

Lara Graña

El panorama global en el tráfico marítimo continúa agitado. No solo por el clima prebélico que inunda el Mar Rojo, sino también por el recrudecimiento de la piratería en el Cuerno de África. La pasada semana, el asalto al mercante Abdullah frente a Somalia obligó a la flota pesquera española, tras el aviso lanzado por la Operación Atalanta, a escapar de la zona. Las grandes navieras (Maersk, Hapag-Lloyd o CMA CGM) continúan evitando, en la mayoría de los casos, transitar por el Canal de Suez, rodeando el Cabo de Buena Esperanza e imponiendo fortísimos recargos por peligrosidad y coste del combustible a los clientes. Con todo, y pese a la atonía económica en el corazón de Europa, el comercio global funciona y las previsiones apuntan a un crecimiento de al menos el 2% anual hasta 2028. Se nota en la terminal de contenedores de Guixar: a falta de los datos definitivos, el movimiento de TEU (unidad equivalente a un contenedor de 20 pies) en el mes de avanzó por encima del 26%. Una mejora que es una tónica desde hace dos años y que ha servido, por lo pronto, para contener la amenaza constante del puerto luso de Leixões.

Esta dársena, que pertenece a la Administração dos Portos do Douro, Leixões e Viana do Castelo (APDL), se dejó más de 16.000 TEU en el periodo 2021-2023, de acuerdo a los datos facilitados por la propia institución. Un retroceso que desde Matosinhos ven como un parón para tomar un nuevo impulso, y en ningún caso, además, Vigo ha conseguido acercarse a sus volúmenes: con una terminal de contenedores partida en dos, Leixões mueve al año tres veces más TEU que Guixar. El problema a futuro asoma ahora porque la APDL ha sacado del cajón un proyecto que había aparcado en octubre, sin plazos a la vista, para la construcción de una nueva dársena para containers de 200.000 metros cuadrados –la concesión de Termavi es de 180.000 metros– y un relleno de casi un kilómetro de largo. Esa misma autoridad portuaria ha enviado esta planificación ya a la Agência Portuguesa do Ambiente (APA) para su evaluación ambiental. La documentación se mantiene reservada, sin acceso al público.

Este proyecto es una de las dos hojas de ruta, no complementarias, que ha trazado Leixões para el futuro. En este caso ahora en evaluación la terminal crecería hacia el norte, con un relleno colosal a partir de los terrenos que ocupaba la energética Petrogal. El segundo comprende la reformulación completa de la que ahora se denomina terminal multipropósito, que dispondría de grúas de gran porte, más espacios también ganados al mar y una terminal ro-ro. La APDL no ha aclarado todavía por cuál se decantará. “Es todavía pronto para sacar conclusiones, el plan estratégico está en fase de desarrollo”, apuntaron fuentes de esta entidad a la agencia lusa. Sea cual fuere, Leixões quiere crecer en contenedores y poder atracar mercantes con capacidad de hasta 10.000 TEU; a día de hoy, por las condiciones de calado de su terminal –por las arenas del río– no es posible.

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Pedro Fernández

En paralelo a esta planificación de la competencia, la concesionaria de la terminal de Guixar prosigue su camino de crecimiento orgánico –con un mayor hinterland, nuevos tráficos y la reorganización de espacios lanzada por la Autoridad Portuaria de Vigo–, en espera de poder disponer de los terrenos de la Plisan y su conexión ferroviaria. También con nuevas inversiones en equipamiento, como la que acaba de formalizar con la adquisición de una grúa Súper Post-Panamax, similar a la que está instalada en el extremo interior de Guixar (más próximo a la antigua Vulcano), que instalará de forma inmediata. Fabricada por la compañía Paceco España, tiene 42 metros de altura y capacidad de alcanzar hileras de 22 contenedores de ancho, lo que ofrece una mayor rapidez en las operativas de carga y descarga y dar servicio a los buques más grandes del mundo. Pesa cerca de 1.300 toneladas.

Esta grúa se sumará a las ya existentes en Guixar: otra Súper Post-Panamax de 65 toneladas, una Post-Panamax de 40 toneladas, una Panamax de 36 tons. y una Feeder de 32 tons, además de 7 grúas trastainer de 40 tons y 9 reach stackers de 45 tons. Un equipamiento que, apuntan desde Praza da Estrela, erige al Puerto de Vigo como todo un referente en este tráfico en el arco Atlántico. “Se posiciona la mejor alternativa para la carga y descarga de mercancías de muy alto valor económico, al mejorar en eficiencia y productividad, lo que deriva en una mayor confiabilidad por parte de las navieras”.

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