Los atuneros del Índico velan armas ante el asalto pirata a un buque en su caladero

La situación en el Cuerno de África se complica con cada semana que pasa. Los ataques de los hutíes desde Yemen que han reducido y encarecido el tráfico de mercancías por el Mar Rojo y el golfo de Adén han incrementado mucho la tensión en la zona, lo que parece haber dado ánimos a otros actores que en los últimos años habían relajado su actividad. Los piratas que actúan desde Somalia han vuelto a escena, con varios ataques y acercamientos en las últimas semanas. Ayer, un carguero de bandera bangladesí fue secuestrado con 23 tripulantes a bordo cuando navegaba en el caladero del Índico en el que faenan los atuneros españoles, que han decidido huir de la zona.

El Abdullah fue capturado por una veintena de piratas armados mientras realizaba una ruta desde Mozambique a Emiratos Árabes Unidos. “Hemos recibido un mensaje del capitán sobre las 13:30 (07:30 GMT) horas informándonos de que los piratas habían tomado el control del barco y todos habían sido tomados como rehenes”, informó a Efe un portavoz de la empresa propiedad del navío SR Shipping, Mizanul Islam. “Todos están a salvo por ahora”, añadió.

El barco tiene 185 metros de eslora y una capacidad para unas 58.000 toneladas. Fue construido en 1996 en Japón y transporta carbón desde Mozambique a Dubái.

El gerente de la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (Opagac), Julio Morón, explica que la flota fue avisada del ataque por parte de la operación Atalanta, que custodia el área. “Nos mandaron un aviso de que se estaba produciendo el ataque”, señala.

El también presidente de Cepesca confirma que los buques, una veintena, decidieron alejarse de la zona. “Han escapado, como es normal”, informó.

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