Entrevista | Judith Jáuregui Pianista

“Hay un momento de unión con la orquesta y el público que solo se crea olvidando el ego”

Interpreta hoy a Manuel de Falla con la Real Filharmonía de Galicia

Judith Jáuregui.

Judith Jáuregui. / Cedida

“Territorios da entropía” es el programa con el que la Real Filharmonía de Galicia (RFG) ofrece hoy en el teatro Afundación (20 horas) un recorrido por piezas de la música española de los tres últimos siglos. Y para la ocasión contará con una de las mejores panistas del panorama nacional actua, Judith Jáuregui (Donosti, 1985). La intérprete regresa a una ciudad en la que ha “disfrutado mucho” en uno de sus momentos más luminosos, artística y personalmente, tras ser madre hace mes y medio.

–¿Cómo describe las “Noches en los jardines de España”, de Manuel de Falla, que ofrecerá junto a la RFG?

–Es el concierto para piano y orquesta de música española más importante que existe. Es una obra que tiene todo el tinte flamenco y el carácter español del que Falla era uno de los mayores exponentes, pero a la vez mezcla los sonidos de Francia, de París, de los años que fueron tan importantes para él. Es una obra que se mueve entre la luz francesa y el fuego español, donde hay muchísima inspiración también del agua, de las noches de la Alhambra, del Generalife. El primer movimiento es allí. Se puede apreciar la fluidez del agua, el aroma del azahar... Es una obra muy sensorial. El segundo movimiento es una danza flamenca con un brío fantástico y el tercero es en la sierra de Córdoba con unos momentos de copla muy expresivos. Al principio, la tituló “Impresiones sinfónicas”. Él decía que esta obra pretende evocar sentimientos y sensaciones. Además, de la fiesta, también misterio y nostalgia.

–Y como hija de madre vasca y padre mexicano que se mudó a Francia, ¿se ve reflejada en esta mezcla?

–Sí que es un idioma musical muy fluido para mí porque está el carácter español, pero mezclado con esa textura y búsqueda de sonido francesa. La he tocado mucho y, de hecho, la acabo de grabar para mi próximo disco. Creo que todos los pianistas españoles hemos crecido escuchando esta música. Es muy querida en nuestro país y más allá de nuestras fronteras. Se programa mucho.

–Con Falla tiene una buena relación. También está presente en anteriores grabaciones suyas.

–Falla escribió mucho para piano, era un gran pianista. El repertorio es uno de los que más me atrapan.

–Dicen de usted que tiene un refinamiento expresivo, luz y elegancia al tocar. ¿Se siente cómoda con estas descripciones? ¿Se atrevería a describirse?

–¿Quién es el osado que se describe a sí mismo y con esa certeza? Porque un día igual te sientes una manera y al siguiente, de otra. Agradezco muchísimo cómo se me ha descrito. Intento ser, sobre todo, honesta conmigo misma, con la obra y con la partitura. Todo lo que sale de la pureza, de la verdad, del alma es lo que conecta con los demás. Hablamos también de tener esa apertura y flexibilidad para acoger otras ideas, para entablar una relación emocional con la orquesta, con el maestro, con el público… Hay un momento de unión y eso solo se crea olvidándote del ego e, incluso, a veces de ti mismo.

–¿En qué momento de su carrera se encuentra?

–Estoy disfrutando. En un momento maravilloso de unión y comunión. Estoy tocando repertorios con los que me siento muy bien. Estoy en un momento de disfrute del trabajo y, además, personalmente acabo de ser madre hace mes y medio. El trabajo del músico es tan emocional que está muy vinculado al momento personal en el que estés. Puedes pasar por momentos duros y la música te rescata, creas un mundo al margen de tu dolor o para consolarlo. Y hay otras veces que estás en un momento luminoso y en la música encuentras aún más luz. Todos esos sentimientos que afloran en mí, de alguna manera se reflejarán en el sonido.

–Ha tocado hasta el final del embarazo y ha retomado prontísimo. ¿Cómo lleva eso?

–Para mí no hay un fin o un inicio. La música es parte de mi vida como lo es el comer o el respirar. La música ha continuado. Ha habido una cuestión logística. Me he traído al niño. Es muy pronto para separarle de su madre y a su madre separarle del niño también. Este niño ha escuchado la música hasta el mes nueve de embarazo porque en mi último concierto fue a las puertas de dar a luz y ahora seguimos haciendo las cosas con esa naturalidad que es, no tocar música, sino ser músico.

–¿Las redes sociales son importantes para la música de clásica?

–Son una manera genial de comunicación con el público y también de creación de otro nuevo. Porque en las redes está todo ese público joven al que queremos acceder. Hay una realidad: nuestro público tiene una edad considerable. Quizás también se necesita cierta madurez porque un encuentro con la música es un encuentro con uno mismo. Es esa necesidad de comunión. Creo que cuando vas madurando y te vas haciendo cada vez más adulto, vas buscando esos espacios de conexión y más en un mundo en el que todo va tan rápido en el que la red social cada vez es más efímera. Antes era el tuit de 140 caracteres y ahora es el TikTok de 10 segundos. La música te obliga a un momento mayor de concentración y de conexión contigo mismo. Y para acceder a ese público más joven, las redes son una herramienta muy buena. Quizá no les llegaría de otra forma. Lo veo en mi sobrinos, su forma de conocer muchas cosas ahora mismo son las redes, no podemos obviar cuál es la realidad de hoy.

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