Entrevista |

“Es nuestra responsabilidad crear al público de la música clásica”

El músico compostelano actúa hoy con la Filharmonía de Galicia bajo la batuta de Joana Carneiro

André Cebrián.

André Cebrián. / Cedida

Sandra Penelas

Sandra Penelas

La Filharmonía fue la primera orquesta que escuchó en directo y hoy actuará con ella en la apertura de la temporada de Afundación bajo la batuta de la portuguesa Joana Carneiro. Formado En Santiago, Salamanca, París, Detmold y Ginebra, el músico compostelano es solista en la Scottish Chamber Orquesta, en Edimburgo, y viaja por toda Europa para actuar con otras formaciones e impartir clases.

–Vigo acoge hoy el estreno del programa “Mar en calma”, después llegará a Santiago y Lugo, y una de las piezas incluidas sonará por primera vez en España .

–La pieza de Corigliano está basada en un poema de Baudelaire, La invitación al viaje. En un inicio, la compuso para coro con la letra y después, como la música en sí funciona tan bien y evoca el texto de Baudelaire, se atrevió a hacerla directamente para orquesta de cuerdas y flauta, ya sin palabras. Es una obra de alguna manera un poco desconocida ya que en España nunca se había tocado hasta ahora. Y el público de Vigo será el primero en escucharla.

–¿Y qué destacaría del resto del programa?

–La temporada de la Filharmonía está dedicada a la emigración y los viajes. Mendelssohn compuso las dos obras que tocará la orquesta, Las Hébridas y la sinfonía “Escocesa”, cuando viajó a Escocia y quedó fascinado por los paisajes, el clima y la historia. Ahí también hay una relación conmigo, ya que soy un gallego emigrado en Escocia y me encuentro igual de fascinado que Mendelssohn. He visitado los sitios en los que él se inspiró y son mágicos. Y en el caso de las dos obras para flauta y orquesta en las que soy protagonista, la de Corigliano es una interpretación del poema en el que Baudelaire hacía una invitación a su amante para irse de París. Por un lado, habla de lo increíble que podría ser pero también tiene alguna duda. Y la pieza siguiente, el concierto de Weinberg para flauta, también es bastante desconocida. Si se ha tocado en España ha sido muy pocas veces. El compositor nació en Polonia y huyó siendo un niño de la ocupación nazi a Rusia, donde desarrolló su carrera. Weinberg y su música son bastante desconocidos y creo que injustificadamente porque tiene una calidad altísima y que sorprende muchísimo. Suena familiar de alguna manera, pero siempre con algo distinto que no va a dejar a nadie indiferente.

El músico compostelano André Cebrián.

El músico compostelano André Cebrián. / Cedida

–¿Había trabajado anteriormente con Joana Carneiro?

–Sí. En la temporada pasada de la Orquesta de Cámara Escocesa hicimos juntos el concierto para flauta de Mozart. Y antes habíamos coincidido varias veces. Así que estoy muy contento de volver a encontrarme con ella y hacer más música juntos. Creo que no somos una mala combinación (risas).

–Fue la primera directora de orquesta en Portugal y una de las pocas que hay actualmente en el mundo.

–La verdad es que tristemente no es habitual ver a directoras, pero afortunadamente la situación está cambiando. Es algo que está más normalizado y trabajo con muchas más directoras en cada temporada. Y lo más importante es que ya no me sorprende porque estamos acostumbrados y así debe ser. Joana es una de las pioneras porque lleva muchos años en activo y con el carrerón que tiene es importante que gente como ella sean referentes para jóvenes directoras.

–Viaja por todo el mundo para actuar y dar clases, también en Galicia y el resto de España.

–A Galicia no viajo tanto como me gustaría por razones profesionales. Hago más cosas por el resto de España. Por eso ésta es una ocasión muy especial, porque además toco con la orquesta con la que crecí. Estaba empezando con la flauta y la Real Filharmonía de Galicia fue la primera orquesta que escuché. Me quise dedicar a la música motivado por ella. Cuando era pequeño vivía en Vilagarcía, venían cada cierto tiempo y era una ocasión muy especial. Y luego le pedía a mi padre que me llevara a verlos todas las semanas en Santiago. La labor que hace la Filharmonía por toda Galicia es muy importante, porque de otra manera mucha gente no descubriría la música. Por eso me hace mucha ilusión tocar con ellos. Tengo ahí a exprofesores y excompañeros con los que he tocado música en muchos formatos y es una manera muy bonita de volver a tocar en Galicia.

–Poder asistir a un concierto en tu ciudad es una manera de despertar vocaciones entre los niños.

–Totalmente. Esta mañana (por ayer) me llamó un exalumno que tuve en Galicia, que ahora es profesor de flauta cerca de Vigo y vendrá al concierto con sus veinte alumnos porque es una ocasión para ellos. No es tan habitual poder escuchar un concierto de flauta y orquesta.

André Cebrián.

André Cebrián. / Cedida

"Me gusta mucho arreglar música para otros formatos con la finalidad de acercarla"

–También ha creado una editorial, Jopfen Music.

–Me gusta mucho arreglar música para otros formatos, precisamente también con esta finalidad de acercarla. Para una sinfonía de Beethoven puedes necesitar ochenta músicos y esto limita mucho las posibilidades. Por eso hace unos años, junto con unos amigos creamos un grupo de cámara [Natalia Ensemble], de entre diez y doce personas, para interpretar esta música de orquesta pero arreglada, la mayor parte por mí, y así poder llevarla a sitios a los que no podría llegar de otra manera. Hemos podido presentar obras de Beethoven, Mahler y otros compositores en muchos sitios. Y de hecho estoy muy contento porque a mi orquesta le ha gustado mucho esta práctica y ahora viajamos por lugares remotos de Escocia. Somos como una comitiva de representación de la orquesta.

–Los músicos jóvenes como usted están apostando por llevar la música clásica a otros escenarios para que pierda ese halo elitista que todavía tiene y llegue al público general.

–Es nuestra responsabilidad, tanto de los músicos como de los gestores y promotores de las instituciones de la música clásica. Y últimamente hay una mayor conciencia. De hecho, la Filharmonía organiza siempre antes del concierto en Santiago una charla, en este caso, con Joana y conmigo, para que el público pueda conversar con nosotros y tener una experiencia más completa. Las tres cosas que más ayudan a desmitificar la música clásica son, primero, crear al público, por eso hay que ir a sitios pequeños o donde no existe; segundo, educarlo, igual que en todos los museos te dan una guía o explicación para entender los cuadros; y, tercero, cuidarlo, mantener esa relación. Más que elitista, creo que se piensa que es algo muy lejano, intelectual o muy antiguo y carca. Y es al contrario, si las sinfonías de Beethoven han llegado hasta hoy tiene que haber una razón muy poderosa. Es una música que tiene mucho que decir. Si se sigue utilizando la rueda por algo es, porque funciona.

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