El Chuvi participa en la guía para unificar los informes de cáncer de cérvix en Europa

Es uno de los cinco centros que elaboran el texto para que todos los radiólogos recojan los mismos datos y de igual forma | Radiodiagnóstico, Ginecología y Radioterapia son los servicios implicados

El comité multidisciplinar de oncoginecología del Chuvi. |   // FDV

El comité multidisciplinar de oncoginecología del Chuvi. | // FDV / A. Blasco

Ya sea para operarlo o para tratarlo con radiaciones, contar con abundante información clara y precisa de la extensión, ubicación y volúmenes de un cáncer de cérvix es fundamental. Así es que cinco centros con amplia experiencia en este campo se han unido en un proyecto internacional para consensuar una guía que sirva para que todos los radiólogos europeos informen estos tumores de la misma manera. Entre ellos, está el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), con los servicios de Radiodiagnóstico, Ginecología y Oncología radioterápica.

El proyecto lo coordina el hospital Gemelli de Roma e involucra también al de Cambridge y a los oncológicos de Montepellier y Lisboa. “Se trata de estandarizar los informes radiológicos que hacemos de las pacientes con cáncer de cérvix y validarlo con los ginecólogos que se dedican a casos oncológicos y con radioterapeutas”, explica la jefa de Radiodiagnóstico del Chuvi, la doctora Milagros Otero.

Cada uno de estos hospitales informará veinte casos de tres maneras diferentes: harán un informe normal, otro estructurado y un tercero narrativo de cada paciente. La presidenta saliente de la Sociedad Europea de Radiología Genitourinaria (ESUR) y vicepresidenta de la Sociedad Española de Radiología Médica explica que luego los ginecólogos y radioterapeutas harán sus recomendaciones sobre cuál consideran que es el mejor tipo. “Decidiremos cuál es el más valorado y cómo se tienen que describir los hallazgos”, añade.

El objetivo es reducir la variabilidad médica. “Cuanto más la disminuyas, tienen mejor calidad y son más consistentes”, sostiene la doctora Otero. Destaca que también es “una manera de no olvidarte de nada”. “En estos momentos, el tratamiento se basa muchas veces en muy pequeños detalles”, argumenta. “Además, hablar todos el mismo idioma permite una mejor comprensión”, añade.

Esperan disponer de esta guía, que luego difundirá la ESUR, a lo largo de este año.

La cirujana ginecológica Gloria Cordeiro explica que, cuando se diagnostica un cáncer de cuello de útero, solicitan un estudio de imagen para saber en qué estadío se encuentra y si afecta a otras estructuras. “Para planificar el tratamiento, para nosotros es muy importante esa prueba de imagen y, cuanta más información y más clara, detallada y precisa, más nos va a ayudar”, expone.

El tratamiento de este tumor es multimodal y todos los casos se abordan en un comité multidisciplinar de oncoginecología, que implica a diversas especialidades.

Cuando están en un estadío avanzado, el tratamiento principal suele ser la quimiorradioterapia concomitante –al mismo tiempo– seguida de braquiterapia –radioterapia interna–, según explica la radioterapeuta Sara Montemuino. “Que todos los informes relaten la misma información para nosotros es muy útil, hay menos lugar a dudas”, sostiene

Señala que estos datos de afectación anatómica –hacia dónde puede crecer, qué ganglios pueden estar afectados...–, junto a las exploraciones de Ginecología o las que ellos puedan realizar a la paciente, son “vitales” para planificar cuestiones de la terapia como la dosis de radiación ionizante que requieren alta precisión.

Un cáncer y 40 lesiones premalignas en 9 meses de cribado

Desde que se sabe que el cáncer de cuello de útero o cérvix está fundamentalmente relacionado con el virus del papiloma humano (VPH), la prevención ha cobrado mucha importancia. “Con los programas de detección precoz se diagnostica mucho en etapas previas a su desarrollo, por lo que ha disminuido muchísimo en nuestro medio”, destaca la ginecóloga Gloria Cordeiro. Aún así, sigue estando presente y es “un cáncer muy agresivo”. La Dirección Xera de Saúde Pública de la Consellería de Sanidade puso en marcha en el área sanitaria de Vigo el cribado poblacional para este tumor el pasado mes de mayo. Prevé invitar a 136.430 mujeres de entre 35 a 65 años a realizarse este test de detección de infección por VPH. “Para que las pille dentro del programa”, según explica, ha empezado por las de 64 años. Al cierre de enero, se lo había propuesto a 16.247. Aceptaron participar el 43,4%. Algo más de la mitad optaron por hacerlo en sus domicilios con el kit enviado por el Sergas. Un 47,2% prefirio que se lo realizara la matrona. Sumadas estas participantes y las e las revisiones rutinarias en la consulta de su matrona, el 570 de las pruebas dieron positivo en VPH –no en cáncer–. Es una tasa del 7,2%. La esperada. Estas mujeres fueron derivadas a una citología para buscar anomalías en las células. Si las hay, se lleva a cabo un estudio ginecológico detallado. Entre ellas, se halló un caso de cáncer y 40 lesiones premalignas –32 de las cuales se detectaron en un estadío inicial–.

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