Stellantis ve razonables los plazos de Ribera con la Alta Tensión y urge subvenciones para el gas

La vicepresidenta avanza que la nueva subestación estará operativa en “tres o cuatro años”, el tiempo “mínimo posible”, en plena fase de lanzamiento industrial

El Consejo de Ministros validará el proyecto antes de un mes

En primera fila, Regades, Espinosa, Ribera, Caballero, Silva y Losada, en la reunión con empresarios ayer en el Auditorio Mar de Vigo.

En primera fila, Regades, Espinosa, Ribera, Caballero, Silva y Losada, en la reunión con empresarios ayer en el Auditorio Mar de Vigo. / Marta G. Brea

La Muy Alta Tensión (MAT) es el nutriente que necesita Stellantis Vigo para crecer; a partir del cual se alimentará, alineando así sus prometedoras posibilidades de producción al gasto energético que requerirá la planta. El exceso de electricidad que demanda llegará gracias a la subestación que planea construir el Gobierno central y que, como avanzó ayer la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, no estará operativa hasta dentro de “tres o cuatro años”. Es un plazo que respetará los tiempos de un megaproyecto que no por ello dejará de pisar el acelerador, y que además cuenta con el beneplácito de Balaídos. Según fuentes gubernamentales consultadas por FARO, el equipo de Ignacio Bueno ve “razonable” el calendario que recibió por parte del Ejecutivo. Si bien es previsible que la nueva instalación no se materialice antes de 2027 o 2028, lo “mínimo posible” frente a 2026, la primera fecha que se trasladó, desde Madrid están abordando ya “la última fase de tramitación” de la modificación de aspectos puntuales de la Planificación Eléctrica 2021-2026.

Así las cosas, el objetivo es poder llevarla a Consejo de Ministros “en las próximas semanas”, aclaró este miércoles la también ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico tras las preguntas realizadas por este periódico, incluyendo así la “petición histórica” de la ciudad y el grupo que lidera Carlos Tavares en la hoja de ruta que Red Eléctrica se encargará de esbozar. Una vez llegue el visto bueno del Consejo de Ministros, que será “antes de un mes”, comenzará a trabajar en el diseño de la infraestructura a desarrollar, que además deberá pasar por una tramitación ambiental previa a la licitación de sus obras.

“No es algo que vaya a estar operativo mañana, ni pasado”, esgrimió Ribera. “Pasarán probablemente alrededor de tres o cuatro años hasta que esté definitivamente operativo, pero eso es algo que saben los operadores”, resaltó asimismo, poco después de reunirse en el Auditorio Mar de Vigo con el alcalde, Abel Caballero, así como distintos responsables institucionales y representantes del mundo empresarial. Posteriormente mantuvo un segundo encuentro, en este caso en el Hotel Attica 21 y con la dirección de Stellantis Vigo, en el que se detallaron los plazos de construcción de la subestación, que fueron bien recibidos desde Balaídos.

El equipo de Ignacio Bueno también aprovechó el momento para volver a solicitar las ayudas al gas que no lograron conseguir el año pasado, cuando cifró en cuatro millones de euros el apoyo necesario vinculado a este programa por los elevados consumos del taller de pintura, tanto por la preparación del aire en las cabinas como por la generación de calor para los hornos de curado. Pese a que la automoción no figuró entre las posibles receptoras de esta línea, desplegada con motivo de la guerra de Ucrania para paliar la inflación en firmas con desmesurados costes de gas, la vicepresidente tercera se comprometió a estudiar la incorporación del sector.

De igual manera, la dirección de Stellantis Vigo explicó los proyectos de autonomía energética en los que la fábrica está inmersa actualmente. Por un lado, un ambicioso plan de descarbonización que ayudará a rebajar su importante factura energética, teniendo como objetivo que el gas pase de representar un 55% del mix a un 8% a final de la década, electrificando sus procesos y apoyándose en la fotovoltaica y en un contrato con una compañía eólica. Para ello, está finalizando la instalación de 27.000 módulos fotovoltaicos para obtener 23,7 GWh/año. En el terreno de la eólica, está en plenas negociaciones con empresas del sector para suscribir un PPA (siglas para power purchase agreement), un acuerdo con el que garantizarse 120 GW/año de esta energía verde.

Beneficio para la industria

A expensas de estas iniciativas, y pese a que la llegada de la subestación se materialice dentro de “tres o cuatro años”, por ahora todo parece indicar que su esperada llegada coincidirá en tiempo con el lanzamiento del primer modelo asociado a la plataforma industrial que se adjudicará, si nada se tuerce, a Balaídos. La STLA Small servirá para que la planta continúe con la exitosa fabricación del Peugeot 2008, que para entonces estrenará la próxima generación. Antes, tendrán que concretarse los apoyos vinculados a la segunda convocatoria del Perte VEC (Vehículo Eléctrico y Conectado), que como anunció el ministro de Industria, Jordi Hereu, se conocerán a partir de la próxima semana.

Ante la sobredemanda energética provocada por su creciente producción, ya hace años que la factoría demanda un incremento significativo de la actual red de 132 kilovoltios (kV). El Gobierno activó a finales de 2023 la Muy Alta Tensión, que contará con 72 millones de presupuesto, y Ribera apuntó ayer que la intención es “acompañar la transformación del sector del automóvil para que tenga un futuro y siga manteniendo sus cotas de participación en el PIB y en el empleo”. En este sentido, subrayó que Stellantis Vigo “es el primer beneficiario directo pero no es el único”. “Obviamente toda la industria aquí asentada se verá beneficiada por ese reforzamiento”, zanjó la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

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