Entrevista | José Carlos Barbosa Diputado portugués y ferroviario

“En el tren parece que aún existe un muro de Berlín entre España y Portugal”

El diputado por Oporto y jefe de mantenimiento ferroviario considera el AVE entre Lisboa y Vigo “gran prioridad para la próxima década” y pide “ambición” en el Tren Celta

Fue el responsable de defender la moción a favor de licitar el contrato del primer tramo de la línea

El diputado y ferroviario portugués, Jose Carlos Barbosa

El diputado y ferroviario portugués, Jose Carlos Barbosa

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

Conocido cariñosamente como “el Diputado de los trenes” entre sus compañeros en la Assembleia da República, José Carlos Barbosa (Paredes, 1983) vive unos días felices. Esta semana el Parlamento portugués ha respaldado con una amplia mayoría la modernización ferroviaria de los trenes y el viernes el Gobierno licitó los primeros 71 kilómetros de la línea entre Oporto y Lisboa para poder optar a fondos europeos. No obstante, va más allá y destaca que la “gran prioridad” del país vecino en la próxima década es completar este eje hasta Vigo.

Fue el encargado de defender la moción del PS para licitar el contrato el día 9. ¿Cómo lo vivió?

–Es una experiencia inolvidable. Defender la Línea de Alta Velocidad no era sólo una cuestión de política o una pasión personal, es defender un futuro más próspero y sostenible. Comprender la importancia del ferrocarril para los países más desarrollados fue un viaje de descubrimiento y significa luchar contra el cambio climático uniendo territorios.

–El concurso llega tras 25 años de intentos y pese a las dudas mostradas por el PSD. ¿Saldrá adelante?

–Nos enfrentamos a varios obstáculos debido a las vacilaciones y críticas infundadas del PSD. Esta vez vamos por buen camino y el proyecto de la Alta Velocidad es un “tren” que ya no permite paradas. No han comprendido su importancia estratégica para Portugal, calificándolo de megalómano y financieramente inviable, creando divisiones innecesarias. Las dudas sobre cuestiones menores, como el número de plazas de aparcamiento en una estación en un proyecto de 5.000 millones de euros, son un ejemplo flagrante de su incapacidad para centrarse en lo que importa. Bajo la presión de perder una financiación de 730 millones de euros, acabó cediendo.

–¿Por qué genera tanto debate construir el tren de Alta Velocidad?

–La resistencia que surge en algunos municipios es comprensible, pero no insuperable. Durante décadas de indecisión la gente construyó sus vidas y ahora requiere derribos y expropiaciones. Es el reflejo directo de la inercia y falta de visión estratégica de gobiernos anteriores. Es normal que cambios de esta magnitud generen resistencia inicial. Confío en que una vez que la expropiación se lleve a cabo de manera justa y transparente, demostrando respeto a los afectados, la resistencia disminuir.á Debemos centrarnos en comunicar los beneficios que traerá.

–¿Qué visión hay del AVE y el modelo español en Portugal?

–Es en gran medida de admiración e inspiración. En 30 años ha construido un legado impresionante con 4.000 kilómetros de red y demuestra la capacidad de superar las diferencias políticas en favor de un proyecto nacional. Tanto el PSOE como el PP entendieron la importancia de la Alta Velocidad y es un modelo que Portugal, y de hecho toda Europa, debería aspirar a seguir. Pero también nos enseña que la frecuencia es un factor clave para el éxito de una línea ferroviaria, y esta lección debe incorporarse al desarrollo de la Alta Velocidad en Portugal.

Jose Carlos Barbosa durante una intervención en el Parlamento

Jose Carlos Barbosa durante una intervención en el Parlamento / FdV

–Como diputado impulsó la Ferrovia 2020 y el PNI 2030. ¿Qué balance hace? ¿Repetirá tras el 10-M?

–Mi objetivo siempre ha sido hacer del ferrocarril un tema consensuado. Mi disponibilidad para seguir es total pero hay variables que no controlo, mi agrupación me nominó y estoy esperando. Si no regreso al Parlamento soy consciente de que mi viaje político no termina aquí. Volveré al Departamento de Mantenimiento e Ingeniería de Comboios y seguiré aportando mi experiencia. Mi compromiso con el ferrocarril y el progreso de Portugal es el mismo.

–La línea fue impulsada por Pedro Nuno Santos como ministro. ¿Es un empujón para la campaña?

–El legado ferroviario de Pedro Nuno Santos no es sólo una estrategia electoral; es un reflejo genuino del compromiso del Partido Socialista con el desarrollo sostenible y la modernización de Portugal. Invertir en ferrocarriles, en particular en Alta Velocidad, es una decisión estratégica a largo plazo. Medidas impactantes como ésta pueden considerarse activos electorales pero creemos que los votantes reconocerán este compromiso y la capacidad de convertir proyectos ambiciosos en realidad.

“El AVE entre Lisboa y Vigo es un tren que ya no admite paradas"

Jose Carlos Barbosa

— Diputado y ferroviario

–Primero unirán Oporto y Lisboa y luego, al norte. ¿Es viable?

–La primera fase es lo estratégicamente correcto. El tráfico de automóviles entre Oporto y Lisboa involucra a 125 millones de personas al año, será un cambio revolucionario.

Un análisis de imágenes nocturnas de satélite muestra que la zona más densamente poblada es desde el norte de Portugal hasta Galicia. No es sólo viable, sino casi imperativo, que cuente con una infraestructura moderna y eficiente. La gran prioridad en la próxima década es la construcción de la línea de Alta Velocidad Lisboa-Oporto-Vigo.

–El Tren Celta sigue con peores tiempos de viaje que en 2013. ¿Habrá mejoras en el corto plazo?

–La situación es claramente insatisfactoria y está lejos de alcanzar su potencial: sólo cuatro trenes diarios cruzan la frontera. En el ferrocarril, la frecuencia no es sólo un lujo, es una necesidad. Aunque las fronteras físicas entre Portugal y España han sido abolidas, en lo que respecta al ferrocarril, parece que todavía existe un “muro de Berlín” que dificulta la movilidad. Hay margen para el optimismo sobre las mejoras a corto plazo, tanto CP como Renfe cuentan con los medios para mejorarlo y no está claro por qué prefieren tener las locomotoras paradas en un parque. Es necesario un cambio de mentalidad en las empresas públicas implicadas y funcionar como socios porque el beneficio será mutuo: para ambos países, el medio ambiente y los ciudadanos.

–¿Qué está fallando entonces?

–A pesar de las limitaciones de la línea con las obras en marcha se puede mejorar el servicio. De los trece trenes CP que llegan diariamente a Valença, sólo dos tienen conexión directa con Vigo. Lo que falta ahora es ambición y deseo de servir mejor a los pasajeros y fortalecer la movilidad transfronteriza. Desde el punto de vista político las Cumbres Ibéricas carecen de concreción. Ambos estados son accionistas de las operadoras y es importante que den pautas claras para implementar mejoras significativas.

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