La cantera musical de Vigo deslumbra a España

Ocho alumnas del Conservatorio Profesional de Música logran reconocimiento en el Festival de Acordeón de Arrasate

Las alumnas del Conservatorio Superior premiadas, acompañadas de su profesora.

Las alumnas del Conservatorio Superior premiadas, acompañadas de su profesora. / Javier Teniente

La cantera de acordeonistas y clarinetistas de Vigo es un lujo. Ocho alumnas de entre nueve y 16 años del Conservatorio Profesional de Música de Vigo brillaron en el Festival de Acordeón de Arrasate (Guipúzcoa), celebrado este mes en la localidad vasca. Se trajeron para la ciudad olívica seis medallas de oro, dos de plata, un trofeo para conmemorar un segundo puesto y un cuarto puesto. Son el claro ejemplo de que el talento musical de los menores lleva a este sector por el mejor de los caminos.

En la categoría Iniciación A del festival, Adriana Vilar se llevó la plata. En la B, Erea López y Noelia Fernández se colgaron el oro. En la C, resultó ganadora Paula Cereijo, seleccionada para interpretar la obra en la gala de premios. En la categoría D, Alejandra do Camiño logró el oro. Reconocen estar muy felices y verse más motivadas para continuar su carrera musical, que les merece un gran esfuerzo, sobre todo, a la hora de compaginar estos estudios con las obligaciones académicas en sus colegios e institutos.

En el Festival de Música de Cámara I, consiguieron la medalla de plata Adriana Vilar, Erea López, Noelia Fernández y Malena Negro. En el II, Laura Cabo y Sabela Rey fueron reconocidas con el oro. Y, en el III, Alejandra do Camiño y Paula Cereijo obtuvieron la medalla de oro y un premio en metálico y fueron seleccionadas para interpretar la obra en la gala de premios. En la categoría Infantil del Certamen Nacional, Laura Cabo logró el segundo premio, con trofeo y premio en metálico, y Sabela Rey logró el cuarto puesto.

La más pequeña del grupo es Adriana. Tiene nueve años y lleva dos pegada a su acordeón. “Me apunté a las clases porque me parecía interesante”, reconoce. A su lado, están Alejandra y Paula, de 16 y 13 años. Las dos tocan el acordeón desde hace seis y cinco años, respectivamente. “Fue la primera vez que participamos en dúo y nos lo pasamos bastante bien”, reconocen antes de poner en valor el nivel que hay en el Conservatorio. Alejandra quiere ser profesora de acordeón y concertista, Paula todavía no sabe.

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Sergas

Alejandra reconoce que la carrera musical supone “trabajar duro”, pero permite “vivir experiencias inolvidables”. “Empecé tocando el piano con seis años gracias a mi abuelo. Intenté entrar en el Conservatorio con este instrumento, hice la prueba tres veces, pero, al final, decidí acceder con acordeón porque me dieron esta opción, y fue lo mejor que pude haber hecho porque, si hubiera entrado en piano, no sería tan feliz como ahora”, señala. Ambas dedican muchas horas a la semana a estudiar y practicar.

Laura y Sabela tienen 13 años y llevan desde los ocho tocando el acordeón. Se trajeron el oro del País Vasco. Ya el año pasado, se llevaron un oro de la Semana Internacional de Acordeón de Alcobaça tocando juntas. Destacan que la preparación para su cita en Arrasate la comenzaron en verano y aprovechan para poner en valor el enorme esfuerzo que supone sacar una carrera musical y los estudios. “Podrían tenerlo más en cuenta en el instituto y ofrecer más ayuda”, indican antes de animar a gente de su edad a entrar en el Conservatorio: “Puedes aprender mucho y conocer a gente con los mismos gustos”.

Para Erea, Noelia y Malena, de 12 años las dos primeras y 11 la tercera, que toca el clarinete, lograr premio en el Festival de Acordeón de Arrasate fue una experiencia bonita que les impulsa a seguir esforzándose. “Ves que sirve de algo tanto estudiar”, señalan, a la vez que insisten en la necesidad de destacar el tiempo que dedican al instrumento. “En épocas en las que tenemos exámenes en nuestros centros escolares, se hace difícil compaginar”, aseguran.

La profesora de las ocho alumnas, Nerea Rodríguez, ensalza el valor que tienen las menores y muestra su orgullo no solo por los reconocimientos, sino también por ser mujeres en un mundo, el del acordeón, tradicionalmente ligado a los hombres debido a las características físicas del instrumento, como explica. “Que haya tantas niñas me encanta. Estamos profesionalizando muchísimo el acordeón desde el Conservatorio”, asevera.

Un cambio en el sistema educativo español

Rodríguez, como subrayan las alumnas, cree necesario que el sistema educativo español cambie para que los pequeños que se decantan por la carrera musical no vean tan comprometidas sus agendas. “Precisan de más apoyo en sus colegios e institutos. En Serbia, por ejemplo, la educación musical de los jóvenes que se quieren dedicar a la música está integrada para facilitar los estudios. No obtiene el mismo resultado alguien que dispone de toda la tarde para poder estudiar que estas niñas que van toda la mañana al instituto o el colegio y, por la tarde, vienen al conservatorio y sacan las horas que pueden para tocar”, reflexiona.

Resalta la capacidad de sus alumnas para mejorar y lograr premios en certámenes nacionales e internacionales y hace un llamamiento a las instituciones públicas para que redoblen su apuesta por la carrera musical. “Nos gustaría que el Concello de Vigo nos pusiera al menos un autobús para viajar a los concursos, ya que estamos teniendo unos resultados tan buenos. Las madres y padres están desembolsándose un dinero importante para cubrir los gastos de desplazamiento. Las chicas están currando mucho y se lo están tomando muy en serio: algunas estudian unas dos horas al día o más”, apostilla.

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