La UVigo diseña conos robotizados controlados desde drones para la seguridad de las obras en carretera

Coordina el proyecto europeo InfraROB, cuyos socios desarrollan maquinaria y soluciones automatizadas para reducir los siniestros de operarios y conductores durante las tareas de mantenimiento

Pruebas con los conos robotizados en la zona de O Salnés .

Pruebas con los conos robotizados en la zona de O Salnés . / Cedida

Sandra Penelas

Sandra Penelas

El 4% de los accidentes en las carreteras europeas tienen lugar en tramos donde se llevan a cabo trabajos de mantenimiento. Con el objetivo de aumentar la seguridad de operarios y conductores, la UE seleccionó tres proyectos dentro de la convocatoria Horizonte 2022. Uno de ellos es InfraROB, un consorcio de universidades y empresas liderado por la UVigo que desarrolla maquinaria y soluciones robotizadas para sustituir, reparar o pintar el asfalto. Las investigaciones arrancaron hace algo más de dos años y los primeros prototipos ya se están probando en laboratorios y viales controlados.

Además de coordinar a toda la red, los investigadores del grupo vigués de Geotecnologías Aplicadas (GeoTECH), adscrito al Cintecx, están diseñando robots con forma de conos cuyos movimientos serán controlados desde drones para señalizar los tramos en obras en función del estado de los trabajos y la intensidad del tráfico. Y las primeras pruebas piloto fuera de la universidad tuvieron lugar esta semana en la autovía de O Salnés.

“Europa ha identificado que las obras en carreteras son zonas calientes y quiere reducir la accidentalidad y el número de víctimas mortales y heridos. Y, al mismo tiempo, con esta convocatoria, también busca rebajar el coste de las labores de mantenimiento y minimizar la afección al tráfico, reducir las retenciones. Los otros proyectos seleccionados están enfocados en los puentes y las obras de fábrica y el nuestro en el asfalto, que es el material utilizado en más del 90% de carreteras”, explica el catedrático Pedro Arias, coordinador de InfraROB.

El movimiento de los conos es controlao desde drones.

El movimiento de los conos es controlao desde drones. / Cedida

El consorcio involucra a 15 socios de 8 países y cuenta con una financiación de 5 millones de euros hasta 2025. Los prototipos ya cuentan con una madurez avanzada a nivel de laboratorio y las pruebas piloto definitivas se realizarán entre octubre y noviembre del próximo año en Austria, donde participa la empresa propietaria de infraestructuras Asfinag.

“El objetivo principal del proyecto es que las tareas de mantenimiento puedan ser realizadas por robots, sin ningún operario o con una presencia mínima. Y la tarea de la UVigo consiste en cómo señalizar todas esas zonas que necesitan una intervención, ya sea asfaltar, reparar grietas o baches o pintar, para evitar que se produzcan accidentes y que las retenciones de tráfico sean mínimas”, detalla Arias.

Para ello, los ingenieros del grupo Geo TECH proponen utilizar robots con forma de cono que se moverán por la calzada de forma inteligente en función de la maquinaria que esté trabajando en ese momento y las condiciones de tráfico. Por ejemplo, ampliando las zonas de seguridad señalizadas si la circulación es densa o reduciéndolas en caso contrario.

“Y estos conos estarán controlados mediante drones. Tienen muchas limitaciones y la normativa nos obliga a estar a 50 metros de la carretera. Pero a partir de su visión cenital del entorno recabarán información para dar órdenes a los conos de cómo deben desplegarse en función del tráfico. Y también van a detectar vehículos que se aproximen a velocidad excesiva a la zona de trabajo, por lo que se podrán lanzar advertencias, principalmente alertas luminosas, para que los conductores vayan más despacio y los operarios sean conscientes del peligro”, añade.

Pedro Arias, segundo por la derecha, y miembros de su grupo, durante la reunión con expertos externos celebrada esta semana.

Pedro Arias, segundo por la derecha, y miembros de su grupo, durante la reunión con expertos externos celebrada esta semana. / Cedida

La idea es que todas estas decisiones se tomen de forma automatizada: “Tendrá que haber un cerebro que reciba y procese toda la información cuando se haga el despliegue de todas estas máquinas. Dentro del proyecto, también se está trabajando en sistemas ITS (Intelligent Transport Systems), que son los que irán tomando decisiones y trasladando órdenes a los diferentes sistemas y equipos para adaptarse a la realidad de cada momento en la carretera”.

Además de poner a punto maquinaria y sistemas robotizados autónomos, el proyecto también aborda la búsqueda de asfaltos que generen un menor impacto ambiental y además tengan un coste inferior respecto a los actuales.

Invitados al mayor evento europeo sobre transporte y movilidad

Por otro lado, los investigadores acaban de conocer que el proyecto InfraROB estará presente en la Transport Research Arena (TRA), el mayor evento europeo sobre transporte que en 2024 se celebrará en Dublín. Esta cita bianual reúne a investigadores, políticos y representantes de la industria para que conozcan las tendencias actuales y las soluciones para la movilidad del futuro.

“Interviene el comisario europeo de Transportes y otros políticos relevantes, además de las empresas, y la Comisión selecciona los proyectos que considera más relevantes para que expongan sus resultados. y den a conocer lo que están desarrollando. También nos permite divulgar nuestro trabajo y hacer partícipe a la sociedad de lo que financia con sus impuestos”, destaca Arias.

Aunque la industria ya forma parte del proyecto a través de varias pymes y grandes empresas, la presencia en el congreso de Dublín facilitará que los resultados de InfraROB lleguen en algún momento a las carreteras europeas.

“En esta convocatoria, Europa no nos pide que lleguemos a una solución madura de mercado, pero sí que funcione y pueda contribuir a solucionar el problema. Se nos pide un TRL –nivel de maduración tecnológica– de entre 6 y 7, lo que quiere decir que nuestros productos tienen que funcionar en un ambiente controlado. Y, a partir de ahí, si convencen y conseguimos despertar el interés de las empresas del sector, la Comisión incluso contempla financiación para aumentar el TRL y afrontar la siguiente fase para hacerlos competitivos”, plantea.

Reunión de los socios celebrada en octubre en Viena.

Reunión de los socios celebrada en octubre en Viena. / Cedida

Universidades y empresas de ocho países

El consorcio InfraROB agrupa a ocho países – España, Alemania, Italia, Portugal, Suiza, Dinamarca, Bélgica y Austria– está integrado por varias universidades –Vigo, Minho y las alemanas de Darmstadt y Köln– y empresas como la propietaria austriaca de infraestructuras Asfinag, la consultora internacional IMC, con sede en Zúrich, la fabricante de tecnología alemana MOBA, la especialista danesa en robótica TinyMobile Robots o la ingeniería gallega InSitu, una spin off de la UVigo.

En total, los investigadores involucrados en las diferentes tareas habrán invertido 669 meses de trabajo cuando el proyecto finalice en 2025. Y, mientras tanto, ya han empezado a poner a prueba sus soluciones para reducir la siniestralidad: robots para reparar baches y grietas en el caso de los socios italianos, maquinaria para el pintado por parte de los daneses y para asfaltar las carreteras en el caso de los alemanes.

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