Los forenses abogan por un protocolo de actuación para prevenir el suicidio

Aluden en una jornada organizada en Vigo a la necesidad de cooperación e intercambio de datos entre servicios para reducir el volumen de episodios

Jornadas científicas de la asociación gallega de medicina forense.

Jornadas científicas de la asociación gallega de medicina forense. / R. Grobas

El Salón de Actos del edificio administrativo de la Xunta de Galicia acogió entre ayer y hoy las jornadas científicas de la asociación gallega de medicina forense enfocadas en el tratamiento del suicidio desde todos los parámetros: psiquiátrico, su base biológica, afectación en adolescentes, etc.

Datos a nivel clínico

Organizada por la Asociación Galega de Médicos Forenses y la Asociación Nacional de Médicos Forenses, uno de los integrantes de este comité organizador, José Luis Gómez, jefe de Patología Forense de la subdirección del Imelga en Vigo, pone sobre la mesa la necesidad de redactar un protocolo de actuación que ayude a prevenir estas conductas autolíticas, episodios que desde hace años “no han dejado de aumentar”. “Se han registrado 4.000 casos en un solo año a nivel nacional; la cooperación e intercambio de datos entre servicios puede ser fundamental en la prevención de los suicidios. Nosotros, desde el Imelga, podemos aportar información a nivel clínico porque se trata de un trabajo diario”, explica Gómez.

Factores de riesgo

Y es que la medicina legal y forense juega un importante papel en la investigación de la conducta suicida a través de la recogida de estadísticas y datos relacionados con el suicido y de la realización de la autopsia psicológica así como sus factores de riesgo. “Se trata de detectar síntomas que te puedan poner en la sospecha inicial. Cualquier esfuerzo sería buena ante una situación que no deja de empeorar”, precisa el patólogo.

Análisis posteriores

Valorar todas estas condiciones podría ayudar a la prevención de estos episodios. “El resultado final del hecho es cierto que lo abordamos nosotros; si la intencionalidad era suicida o no, si una caída fue accidental o no sí es nuestra responsabilidad pero también es posible sospechar o no una intencionalidad a raíz de unos análisis posteriores a la muerte”, incide Gómez.

Medios y tiempo

Para ello se requieren medios y, sobre todo, tiempo. “El tiempo es el que es; valorar todas estas vertientes es complicado, lleva su tiempo, precisamente, pero es muy necesario, especialmente ante casos de jóvenes, situación que hasta ahora no estaba presente pero que va en aumento”, sentencia el profesional.

Esta última jornada arranca hoy a las 09.00 horas con una mesa redonda sobre la perspectiva de los supervivientes, sobre la gestión institucional de la muerte por suicidio y la responsabilidad profesional. También se abordará, a las 13.35 horas, una conferencia sobre el suicidio infarto-juvenil.