Una investigación meritoria pero sin medalla: el robo que delató al violador de la empleada de un hospital de Vigo

El ladrón cometió la torpeza de dejar una prenda en la vivienda asaltada

Cotejo de huellas en la sede de la Policía Científica en la comisaría de Vigo

Cotejo de huellas en la sede de la Policía Científica en la comisaría de Vigo / FdV

Marta Fontán

Marta Fontán

Con el bicentenario de su creación a las puertas –será el 13 de enero de 2024–, la Policía Nacional celebró este viernes en Vigo su festividad anual de los Santos Ángeles Custodios. Junto a los desafíos que tiene por delante debido a las nuevas formas de delincuencia, en uno de los discursos del acto, el de la subdelegada del Gobierno en funciones de la provincia de Pontevedra, se hizo hincapié en otro gran reto. Porque pese a que en los últimos tiempos se ha logrado una “creciente incorporación de la mujer” a este cuerpo policial, María Isabel Alonso de Linaje Calzada afirmó que su “presencia” debe potenciarse todavía más “para lograr la equiparación” que ya tiene en otros ámbitos profesionales.

Lo cierto es que, en el tradicional acto de condecoraciones de esta jornada festiva, de los 34 agentes vigueses galardonados con la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco en reconocimiento a intervenciones destacadas o a trayectorias profesionales meritorias solo una era mujer, quien recibió la distinción de manos de su marido, también policía nacional. Pero es que además, entre esa treintena de agentes tampoco estaban los reponsables de investigaciones releventes, muy meritorias, como la que condujo al autor de una violación perpetrada en Vigo hace una década.

Representantes de los sindicatos SUP, CEP o JUPOL, que estuvieron también ayer en el acto institucional celebrado en la sede de Afundación en Policarpo Sanz, denunciaron ese caso de agresión sexual y otras meritorias actuaciones o investigaciones que se quedaron fuera de la concesión de las medallas al mérito policial. Entre otros, destacadas operaciones de narcotráfico o asuntos complejos como fueron las exitosas pesquisas de los incendios intencionados de los autobuses de Vitrasa.

La exitosa investigación sobre la violación se remonta a 2022, cuando a raíz de una intervención por un robo en una vivienda se produjo la incautación de una prenda que se sospechaba que podría pertenecer al ladrón, por lo que se envió a analizar. Y los resultados de ADN permitieron identificar al asaltante y vincularlo además con antiguos hechos delictivos que, por fin, pudieron ser resueltos: junto a otros robos, el perfil genético de ese varón coincidía con el del autor de una agresión sexual ocurrida en 2013, una violenta violación con penetración de la que fue víctima una trabajadora de un hospital de Vigo cuando salía de madrugada de trabajar.