El agua frena a las carrilanas de O Freixo

La Baixada de Carros del barrio de Valadares fue suspendida por motivos de seguridad ante el mal tiempo, después de que un participante se fracturara un pie en el descenso

Carolina Sertal

Carolina Sertal

“Aquí non, que onde espetan é naquela curva e logo xa non vemos nada. Imos un pouco máis arriba”. Desde las ventanas, en los balcones y en los patios de las casas, protegidos tras la barrera de colchones y neumáticos, refugiados en una marquenisa de autobús o sentados en sillas colocadas en las fincas de la zona, minutos antes de que el reloj marcara las cuatro de la tarde, todo el barrio estaba expectante y los asistentes a la cita se afanaban en tomar las mejores posiciones kilómetro arriba. Mientras tanto, en lo alto, unos cuantos valientes esperaban impacientes la señal.

Precisamente allí, en la parte más elevada del barrio vigués de O Freixo, próximos a la línea de salida, se encontraban Javier y Nerea Alonso trabajando mano a mano en la apuesta a punto de su helicóptero de la DGT: “Viñemos hoxe a dar guerra como o ano pasado e a ver se poñemos un par de multas”, decía Javier entre risas mientras arreglaba una de las luces traseras del vehículo que, a diferencia del oficial, iba sobre ruedas. Tanto Javier Alonso, de 43 años, como su hija Nerea, de 17, afirmaban minutos antes de dar comienzo la competición que se habían desplazado desde Couso, Gondomar, y estaban encantados de estar en el barrio de Valadares para participar por tercera vez en la XXIII edición de la Baixada de Carros de Bolas, promovida por la Peña Freixo Rock. Sin embargo, toda su ilusión se vio truncada una media hora después por el mal tiempo, que obligó a la organización a suspender la prueba.

Si bien al principio se procedió a retrasar el inicio de la competición y unos seis valientes se atrevieron a efectuar el descenso, a media bajada ya ondeaba la bandera amarilla, pues uno de los participantes se fue de la carretera y al frenar se fracturó un pie. La fuerte lluvia y la tormenta habían empapado el circuito y, “por motivos de seguridad”, tras el incidente, se decidió cancelar el descenso de forma definitiva, mientras que el herido fue trasladado en ambulancia.

En la línea de salida, tras haber trabajado durante varias semanas recreando la casa inspirada en la película Up, Migui, Adrián, David, Fran y Toñi, al igual que Javier y Nerea, también se quedaron sin competir. En su caso, estos vecinos de Nigrán acudían por primera vez a Valadares y antes de saber que la prueba quedaba suspendida afirmaban que el truco para el descenso era “non ter medo, non pisar moito o freo, desfrutar da experiencia e intentar non mancarse”.

Asimismo, Rufino, Sergio, Jacobo y Aranza tampoco pudieron participar y su esfinge egipcia se quedó sin rodar por O Freixo abajo. Pese a que el agua empañó la fiesta, antes de cancelar la Baixada, desde la organización, Santiago Freiría ponía en valor la originalidad y el ingenio de los participantes que, aunque este año no pudieron lucirse, quedó patente en la línea de salida.