El Cunqueiro utiliza balones de dilatación coronaria especiales para liberar fármacos en infartos

Solo el pasado año se realizaron 12.042 intervenciones de cardiología intervencionista en los hospitales gallegos. En la mayoría de estas operaciones se colocan stents coronarios para ensanchar las arterias que llevan la sangre al corazón y para ello son necesarios los balones de dilatación, muy valiosos especialmente en los infartos, cuando la arteria está obstruida.

El Sergas incorporará al Álvaro Cunqueiro ahora unos balones especiales que cuentan con funcionalidades específicas. “Lo fundamental, es que permiten reparar lesiones. Por ejemplo, algunos tipos llevan cuchillas para cortar y abrir alguna daño que se pueda encontrar durante la intervención, y para eliminar el calcio”, explica José Antonio Baz, jefe de sección de cardiología intervencionista en el hospital Álvaro Cunqueiro.

Para desobstruir una arteria se coloca un stent, que es una malla metálica, como un armazón, que se coloca dentro de la arteria y la abre para que circule bien la sangre. “Estas arterias, cuando están muy estrechas, no pasan los stents. Entonces los balones de dilatación coronaria se usan para hacer sitio para que pueda pasar el stent y lo podamos poner y luego, después de ponerlo, a veces hay que optimizarlo para que quede lo mejor posible. Entonces lo usamos antes de ponerlo y después para dejarlo lo mejor posible”, aclara Baz. Los balones se usan en situaciones excepcionales, normalmente, según calcula Baz, unas seiscientos veces anuales en el Cunqueiro, cuando el paciente tiene la arteria obstruida.

Cada vez hay más demanda de este tipo de dispositivos porque la población envejece y aumentan los pacientes que llegan “con las arterias con mucho calcio, como si fueran de piedra y hay que arreglarlas antes para poder poner el stent”. Hay que tener en cuenta además que los balones de dilatación coronaria también se utilizan para los cambios de válvula, una de las cirugías cardíacas más comunes.

Las intervenciones coronarias percutáneas (ICP) se convirtieron en una alternativa terapéutica tan válida como la cirugía como la cirugía cardíaca en pacientes con cardiopatía isquémica (infarto). Así, la complejidad técnica de este tipo de intervenciones fue aumentando progresivamente a lo largo de los últimos años debido, entre otros motivos, al desarrollo tecnológico continuo y la experiencia acumulada por los grupos de trabajo.

El contrato que sacará ahora el Sergas se enmarca en la política de centralización de compras, adquiriendo los balones de dilatación coronaria especiales para los hospitales de toda Galicia. De esta forma, según apunta la administración sanitaria, se consigue un ahorro de aproximadamente un 11,6% en la compra.

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