La San Simón penitenciaria, protagonista en la gran pantalla

La productora de “O que arde” retoma el casting de una película coral sobre la isla durante la Guerra Civil y el inicio del franquismo

El director, Delgado y la directora de casting, Chantada, con una candidata.   | // ALBA VILLAR

El director, Delgado y la directora de casting, Chantada, con una candidata. | // ALBA VILLAR / A. Blasco

Se calcula que más de 6.000 presos republicanos pasaron por allí. Desde el inicio de la Guerra Civil y hasta la caída del Frente Norte –finales de 1937–, la mayoría procedía de la provincia de Pontevedra. En una segunda fase, hasta el final de la contienda, los enviaban desde diversas regiones del norte peninsular. En los primeros años del franquismo y hasta que la clausuraron, fue el destino para todos los reclusos mayores de 60 años. La colonia penitenciaria de San Simón fue uno de los mayores y más temidos campos de concentración de España. Miramemira, productora de la exitosa “O que arde”, y Morelli Producciones reanudaron esta semana el casting con el que buscan distintos matices y acentos para reflejar esas distintas etapas en una película coral donde la verdadera protagonista es la diminuta isla de la ría de Vigo y este atroz periodo de su historia.

El manchego Miguel Ángel Delgado, director de “San Simón”, estaba investigando sobre las islas que han sido utilizadas como cárcel para un proyecto para la madrileña sala de exposiciones Tabacalera –del Ministerio de Cultura–, cuando a través de su amigo y socio en la productora, el vigués Nicolás Combarro, supo de la existencia de San Simón. Estudiaba la novela que Antón Chejov escribió sobre la isla presidio de Sajalín, en Rusia, cuando se dio cuenta de que no había que irse tan lejos. “Lo tenemos siempre ante lo ojos, pero son temas que no abordamos”, cuenta.

Empezó a leer sobre ella, brotó el interés y “la propia particularidad de la isla” le atrapó y le hizo profundizar en su investigación. Hasta hoy, siete años después. Primero, recurriendo a bibliografías. Luego, hablando con historiadores, investigadores o asociaciones de memoria. Y finalmente, buceando en el archivo histórico militar de Ferrol, en los procesos y causas.

Todo ello se concentrará en una cinta de unas dos horas. De ficción, pero basada en historias reales y siguiendo lo que acontecía en el país y el reflejo que tenía en el presidio. Mostrará las distintas condiciones en las que vivieron los reclusos dependiendo de la etapa o de la dirección de la cárcel. Delgado subraya la paradoja de que, aunque pueda parecer una prisión con unas mejores características al no ser un recinto cerrado, tuvo una de las tasas de mortalidad más alta de entre todas las españolas por sus condiciones inhóspitas. Hubo sacas, paseos, asesinatos extrajudiciales, consejos de guerra, fusilamientos masivos, cruentas formas de represión, enfermedades... “En la última etapa fallecieron muchas personas. Otras se volvieron locas o estaban desarraigadas”, añade.

Amplia búsqueda de actores

Para reflejar todo ello, la película tendrá “un protagonismo coral, que va cambiando un poco a lo largo de la película”. Y eso se está traduciendo en un “proceso largo de búsqueda” de actores. Quiere que sean no profesionales, que estén empezando o que sean poco conocidos. Iniciaron los casting hace un par de años. Primero uno en Redondela, con 146 personas y luego otro en el Verbum, con 400 de las 3.000 que se habían inscrito. Lo pararon por las restricciones de la pandemia. “Me apetecía llevar a muchas personas a la isla [hasta 200 juntas para algunas escenas] y de aquella era imposible”, explica el director. Esta semana están volviendo a probar a las personas que más les gustaron, casi un centenar. “Para ver cómo han evolucionado, dónde estamos con ellos”, explica Delgado.

Durante tres días han regresado al Verbum, con Noemí Chantada como directora de casting. Por allí pasaron ayer Alberto Reguera, de 50 años y pintor de automoción, que ve la isla cada vez que sube la persiana por la mañana, pero nunca estuvo en ella. O Manuel Paz, de 73 años y peón jubilado, al que anotó una de sus hijas al casting y que tiene ya cuatro pequeñas intervenciones en películas en su currículum.

Seguirán reclutando gente durante el verano y tras él en diferentes zonas, buscando distintos acentos. Esperan poder rodar en el primer trimestre de 2024. Para los interiores están buscando localizaciones por la provincia y los exteriores serán casi todos en la isla, donde están llevando a cabo una investigación artística con fotografías en distintas estaciones, momentos o bajo los efectos de diversos fenómenos meteorológicos para ver cómo muta. “Hay momentos que pueden aportar muchísima emoción a la película unido a las situaciones que se viven que son casi siempre trágicas”.

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