Una cruz (roja) a la “basuraleza”

Cuarenta voluntarios de la entidad llenan una veintena de bolsas de residuos de vidrio, plásticos y orgánicos en la Vía Verde y el entorno

Colillas, latas de cerveza, bolsas de patatas fritas, envoltorios de chicles, papeles... y hasta una radio maltrecha. Son algunos de los residuos que se encontraron los 40 voluntarios tanto menores como mayores de edad que participaron en la recogida de basura organizada por Cruz Roja a través del Proyecto Libera –de SEO BirdLife en alianza con Ecoembes– en un tramo de la Vía Verde, el más próximo a Vialia.

El objetivo fue contribuir en la erradicación de la basuraleza –residuos generados por las personas que se abandonan en la naturaleza–, que desencadena no solo un problema estético, también medioambiental con una factura elevada: puede ocasionar la muerte directa de especies, convertirse en un vector de enfermedades, fomentar la colonización de un lugar por especies exóticas invasoras, interactuar con la flora y modificar los comportamientos de la fauna, y afectar a la salud humana y de la vida silvestre.

Los participantes de esta actividad fueron convocados en Vía Norte, a la altura de la entrada al aparcamiento de Vialia. Desde las 10.30 horas aproximadamente hasta minutos después de las 12.00 horas, bajo un intenso sol, retiraron de la senda verde y su entorno, con guantes y pinzas de agarre, casi una veintena de bolsas con residuos de vidrio, plásticos y orgánicos. La elevada cantidad de basura recogida sorprendió a los asistentes y la organización, que se esperaban más limpieza en esta lengua verde abierta hace un año.

Durante la jornada de ayer, se realizaron acciones similares en toda España con la intención de concienciar sobre este grave problema al que le puso nombre Libera: el 3 de marzo de 2018, con motivo del Día Mundial de la Vida Silvestre, presentó una palabra para definir la basura que abandona el ser humano en la naturaleza: basuraleza.

Siete años de colaboración

Desde hace siete años, Cruz Roja y el Proyecto Libera llevan a cabo este programa para cuantificar y clasificar los residuos presentes en las playas, ríos, montes y mares a través de las campañas y muestreos de “1m2 contra la basuraleza” que se realizan varias veces al año en todo el país. El objetivo: evitar el deterioro de estos paraísos naturales.

“Los resultados que arroja el informe no dejan lugar a dudas: se requieren acciones enfocadas a minimizar la basuraleza a través de medidas legislativas, así como programas de educación y concienciación ambiental que den a conocer de qué manera pueden afectar los residuos tanto al entorno natural como a la propia salud de las personas”, destacan desde Cruz Roja antes de subrayar que esta institución “tiene el compromiso de revertir este problema mediante la realización de talleres relacionados con la disminución del consumo de productos y trata de aumentar la conciencia sobre el impacto que produce la basura en el entorno natural a lo largo de todo el año”.

“La organización trabaja con diferentes colectivos, haciendo especial hincapié en el trabajo con personas en situación o riesgo de vulnerabilidad, puesto que son las que padecen con mayor intensidad los efectos de la degradación del entorno natural”, apuntan.

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