Accidentes en cadena y colapso de la AP-9: el túnel de A Madroa 'hereda' los problemas de Rande

Solo en lo que va de 2023 el subterráneo ha quedado 'bloqueado' en más de diez ocasiones por colisiones que responden al mismo patrón

Una de las muchas retenciones en la AP-9 por un accidente en el túnel de A Madroa.

Una de las muchas retenciones en la AP-9 por un accidente en el túnel de A Madroa. / Alba Villar

Alberto Blanco

Alberto Blanco

Un accidente múltiple en los túneles de A Madroa colapsa el acceso y la salida de Vigo por la AP-9. Podría haber sido ayer, hoy o mañana. El titular se repite de forma periódica. Sobre todo en hora punta. Los miles de conductores que utilizan a diario la autopista lo padecen de forma habitual. Probablemente con una periodicidad similar con la que se veían atrapados antiguamente cuando se producía una colisión en el puente de Rande. Este último punto negro prácticamente ha desaparecido desde que se amplió el viaducto sobre la ría de Vigo. Pero muy cerca continúa otro: el túnel de A Madroa ha 'heredado' los problemas de Rande.

De forma regular —incluso varias veces por semana— se registran accidentes en el sentido ascendente del túnel de A Madroa o en las inmediaciones. Solo en lo que va de 2023 se contabilizan al menos once (dos en enero; cinco en febrero; uno en marzo; dos en abril y uno en mayo). El patrón es casi siempre el mismo: varios turismos chocan en cadena, bloquean parcialmente el subterráneo y la cola de vehículos comienza a taponar primero la subida hacia Peinador y luego también la entrada y salida de Vigo por la AP-9.

¿Qué ocurre en el túnel?

El último colapso por accidente en el túnel de A Madroa se produjo esta semana, el 23 de mayo.

El último colapso en el túnel de A Madroa se produjo esta semana, el 23 de mayo. / DGT

Los accidentes en el túnel de A Madroa no suelen ser graves, pero sí problemáticos. La configuración de este tramo de la autopista (y particularmente del subterráneo, con solo dos carriles de circulación, una pendiente del 6% y un arcén limitado) lo convierten en un punto conflictivo. A ello se suma la elevada intensidad de tráfico: en torno a 40.000 vehículos diarios de los que el 12% son camiones; pero también la pericia de algunos conductores (o más bien la falta de ella) a la hora de afrontar este complejo tramo de la autopista.

Solo dos carriles de circulación con un arcén limitado, una pendiente del 6% y el elevado tráfico de camiones lo convierten en un embudo

Expertos en materia de tráfico y seguridad vial consultados por este periódico, así como agentes conocedores de esta problemática, coinciden no solo en que se trata de un punto conflictivo, sino que apuntan en la misma dirección a la hora de explicar los motivos por los que se producen tantos siniestros en apenas 400 metros de autopista.

Un cartel de precaución alerta de las colisiones por alcance.

Un cartel de precaución alerta de las colisiones por alcance.

Los accidentes —explican— son muy similares. Ante la falta de un tercer carril lento, los camiones están obligados a circular por el derecho. Además, tienen prohibido adelantar. Los conductores que van detrás de esta larga cola de vehículos pesados que apenas logra alcanzar los 50 km/h de velocidad optan por cambiar de carril para sobrepasarlos. Pero la elevada pendiente no permite que su turismo salga con la misma fuerza que en una recta. El piloto no toma las precauciones necesarias y en cuestión de segundos entra lentamente en el carril izquierdo convirtiéndose en un obstáculo para los que llegan a 100 km/h, que se ven obligados a pegar un frenazo. Contra este último turismo impactan en cadena los conductores que vienen detrás, en muchas ocasiones por no respetar la distancia de seguridad, fijada excepcionalmenten en este tramo en 150 metros.

"Normalmente el piloto que desencadena el accidente al cambir de carril de forma imprudente no se ve implicado y continúa la marcha sin percatarse del siniestro que ha provocado a sus espaldas", reconoce un agente de Tráfico.

Tras la colisioón, el túnel, que tiene solo un arcén de apenas 2,5 metros, queda bloqueado. En el mejor de los casos, y si los vehículos que han colisionado por alcance no han interrumpido el otro carril, todo el tráfico (pesado y ligero) debe confluir en uno y el embudo comienza a saturar la AP-9.

Dirección General de Tráfico y Audasa son conocedores de la problemática, ya que lo advierten con multitud de señales antes de la entrada al túnel: limitación a 100 km/h, distancia de seguridad de 150 metros obligatoria y prohibido el adelantamiento de camiones. A mayores, a las puertas del túnel, un enorme cartel alerta de lo que sucede de forma periódica: "Precaución: colisiones por alcance".

Mejoras del subterráneo

Las colas se extendían hasta el puente de Rande

Las colas se extendían hasta el puente de Rande / A. B.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) tiene previsto durante los próximos meses ejecutar obras de mejora tanto el túnel de A Madroa como en otros siete subterráneos de la autopista AP-9. Se trata de trabajos para modernizarlos y mejorar su seguridad, sobre todo en lo que a señalización, vigilancia e iluminación se refiere.

En el citado proyecto encargado por el Ministerio se abre incluso la puerta a que el túnel de A Madroa (y también el de Candeán) pueda ampliarse con un tercer carril, lo que solventaría los problemas actuales. "Los túneles de Candeán y A Madroa constan actualmente de 2 carriles de circulación por sentido, pero debido a la elevada intensidad de tráfico en el tramo Puxeiros-Vigo, es altamente probable una ampliación en un futuro próximo a 3 carriles por sentido", se señala en el estudio del proyecto constructivo de adecuación de los túneles.

De hecho, y aunque se precisa que para esta obra se requeriría realizar un "proyecto específico" de ampliación, la firma que realizó el estudio de modernización que se ejecutará este año aconseja "dimensionar" ya los nuevos sistemas para una configuración de tres carriles.

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