Los perros de Vigo también van a la guardería

Centros caninos de la ciudad ya ofrecen este servicio para que trabajadores o estudiantes no dejen a sus mascotas solas

Dos perros en el espacio al aire libre de la guardería.

Dos perros en el espacio al aire libre de la guardería. / Carlos Ponce

Seguro que muchas personas se encuentran a diario ante el problema de no saber qué hacer con su mascota cuando se van a trabajar, a la universidad o a estudiar. Especialmente si viven solos o no tienen a nadie con quien dejarla, considerando además que con la nueva Ley de Bienestar Animal los perros no se pueden quedar sin supervisión más de 24 horas. Por eso Laura Alonso y Brais Núñez, a la hora de crear su centro canino O meu can, decidieron incorporar a su cartera de servicios el de guardería, es decir, al igual que una escuela infantil para niños, permite dejar a los perros durante unas horas.

“Tenemos clientes de todo tipo, desde opositores que necesitan tranquilidad y tiempo para estudiar y no pueden dedicarles las horas que les gustaría a sus animales, hasta enfermeras que trabajan a turnos en el hospital y que mientras no están en casa nos dejan a sus peludos”, explica Laura Alonso.

Los perros también van a la guardería

Un perro, en la bañera de la guardería. / Carlos Ponce

El negocio rápidamente creció y actualmente tienen un buen número de clientes tras apenas nueve meses abiertos. El servicio de guardería en sí es de cuatro horas, de diez de la mañana a dos de la tarde, a un precio diario de entre nueve y doce euros, que varía en función del cliente, por ejemplo si lo deja más de una semana cada mes se le hace un descuento especial. A partir de ahí, se ajustan a las necesidades de los dueños de los animales y funcionan como si fueran una guardería para niños tradicional, pues también ofrecen la posibilidad de recoger al perro en el domicilio y llevarlo para el centro canino.

La guardería cuenta con 1.400 metros de espacio exterior y los perros se encuentran en grupos en función de su comportamiento o su edad. A la entrada, los responsables del centro siempre le hacen una prueba al animal para ponerlo en lo que se conoce como “zona no sociable” o en la “zona sociable”.

La guardería canina cuenta con cuatro empleados y cámaras de vigilancia para que los perros estén controlados en todo momento.

“Yo era administrativa y cobraba bien, pero mi trabajo no me llenaba. Decidimos emprender esta aventura y hacemos algo que nos apasiona. También disponemos de una tienda especializada en alimentación natural para animales y en breves haremos un evento en el centro comercial Vialia sobre adopción responsable, algo que nos parece fundamental en estos momentos”, explican los responsables de la guardería canina viguesa.

El objetivo con la guardería precisamente no solo es económico, sino fomentar la concienciación social de la importancia de no dejar solos a los animales de compañía y especialmente no terminar abandonándolos, algo que sucede con muchas personas cuando tienen una mascota y no le pueden dedicar demasiado tiempo por trabajo.

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