Alborada propone a las administraciones la creación de un centro “puntero”

Plantea que ocupe terrenos públicos cerca de ADIF en Isaac Peral | Pide un espacio del Rebullón para personas sin hogar

En la ceremonia de entrega de la Cruz Blanca, desde la izq., Jiménez, Darias y Cancelo. |   // CEDIDA

En la ceremonia de entrega de la Cruz Blanca, desde la izq., Jiménez, Darias y Cancelo. | // CEDIDA / A. Blasco

“Obsoletas”. Así califican sus instalaciones desde la Asociación Cidadá de Loita contra a Droga Alborada. A través de la colaboración entre las administraciones, esperan que se pueda crear “un edificio puntero para tratar en igualdad de condiciones que al resto de pacientes de la sanidad pública”.

El director del colectivo, Jesús Cancelo Martínez, explica que la idea es que este centro se levante en terrenos de titularidad pública, en la zona de Isaac Peral –donde tienen ahora su centro asistencial, en el número 6– y en las proximidades de ADIF. Plantea que se pueda ejecutar gracias a una colaboración entre el Concello y el Consorcio de Zona Franca y con la participación de otras administraciones, como la Xunta.

“Sería un centro integral para prevención, asistencia, incorporación social, punto de calor y café e incluso un pequeño núcleo residencial”, plantea Cancelo, entre otras posibilidades. A pesar de que pudiera tener camas, no sustituiría en ningún caso a la comunidad terapéutica de Tomiño, con la que nació la asociación en 1982 y que es su “emblema”. Allí se da tratamiento durante un mínimo de seis meses. Para sus 30 camas “siempre hay lista de espera”.

Cancelo cuenta que las comunidades terapéuticas , tradicionalmente, se han creado en las afueras. Pero cuando el usuario regresa a su medio, se encuentra de nuevo con las condiciones que le habían llevado a su adicción, provocando así recaídas. Con el pequeño núcleo residencial en la ciudad podrían realizar programas intermedios que ayuden en este sentido. “Lo que hay que tener es una gama amplia de servicios para poder adaptarse a las necesidades de cada paciente”, sostiene.

Aunque las adicciones fueron la razón de su nacimiento y hoy siguen siendo su principal caballo de batalla –tienen 1.500 pacientes en tratamiento–, la asociación Alborada amplió hace dos años su rango de acción. Quiere poder actuar en “todos los problemas emergentes”, como pudieran ser la violencia de género o la emigración. En definitiva, pretende ser “un instrumento social para trabajar por una sociedad igualitaria y libre”, según subraya Cancelo. 

Por otra parte, el director de la asociación cuenta que han solicitado a la Xunta de Galicia la cesión de una “minúscula parte” del antiguo hospital de salud mental del Rebullón, en Mos, para crear una pequeña residencia para personas sin hogar.

Además de su centro asistencial de Isaac Peral y su comunidad terapéutica de Tomiño, Alborada cuenta con un centro de día para la atención de adolescentes en situación de conflicto y desprotección social, situado en la calle arquitecto Pérez Bellas.

Su plan de adicciones está financiado por la Consellería de Sanidade; el de prevención, por el plan local de drogas del Concello de Vigo; y las actividades dirigidas a adolescentes, por la consellería de Política Social.

Una Cruz Blanca por 41 años de lucha

La Cruz Blanca de la Orden al Mérito del Plan Nacional sobre Drogas reconoce a aquellas personas o instituciones, tanto públicas como privadas, que han demostrado un continuado esfuerzo en la lucha contra las drogadicciones con “ejemplaridad y significativa dedicación”. Ayer, de manos de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, la recogió José Ignacio Jiménez Pereira, en nombre de la Asociación Cidadá de Loita contra a Droga Alborada, que preside.

El colectivo recibió este reconocimiento en el Ministerio de Sanidad un año después de celebrar su 40 aniversario. “Es el reconocimiento a 40 años de trabajo y a tantas personas que han dedicado su tiempo a esta causa”, destaca el director de la asociación, Jesús Cancelo, que también estuvo en la gala. Recuerda como ciudadanos se juntaron para formar Alborada en 1982, cuando algo nuevo para ellos, las drogas, estaban provocando la “caída de los jóvenes” con sobredosis, contagio de VIH, fallecimientos, condenas carcelarias... “Lo hicieron para dar respuesta asistencial a un problema que ni siquiera las administraciones sabían cómo tratar”, explica. En este tiempo, por sus instalaciones pasaron “más de 12.000 pacientes, 12.000 historias, 12.000 familias...” “Hubo muchas vidas truncadas, en su mayoría, jóvenes”, cuenta. Primero con la heroína, luego con la cocaína –que es la que más pacientes nuevos aporta en la actualidad–, el cannabis o el alcohol y ahora con las adicciones sin sustancia, como a internet o las apuestas online.

La ministra de Sanidad dio las gracias a todos los premiados “por hacer posible que sigamos avanzando juntos hacia ese objetivo común que no es otro que seguir estando con quien lo necesita”. Aprovechó para avanzar que incluirán “la respuesta frente a las adicciones como uno de los elementos prioritarios” durante la presidencia española de la Unión Europea, en el segundo semestre del año.

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