La ciudad amplifica su músculo hotelero con la rehabilitación integral del histórico “La Chata”

El proyecto arranca con la adopción de medidas urgentes para evitar la caída de elementos a la calle Carral | El promotor: “Hemos iniciado este apasionante viaje de la recuperación de una insignia” | Mantendrá el nombre

Estado actual del inmueble, en el número 26 de la calle Carral.

Estado actual del inmueble, en el número 26 de la calle Carral. / Ricardo Grobas

Lara Graña

Lara Graña

María Isabel Francisca de Asís de Borbón y Borbón (1851-1931) solo visitó la ciudad en dos ocasiones. En ambas se alojó en las “suntuosas” estancias del Hotel Continental, el mismo que hospedaría después a la mismísima Mata-Hari y que había sido propiedad del conservero José Curbera. A pesar de la escueta presencia de la infanta en Vigo, la primogénita de Isabel II acabaría por inspirar el nombre de un hotel emblemático y situado en primera línea de puerto, en la calle Carral. Con su apodo, concretamente: La Chata. Este negocio, ubicado en un inmueble construido en 1899 sobre una superficie de 222 metros cuadrados, volverá a respirar casi veinte años después de que la familia que fue su propietaria pidiese la baja en el Rexistro de Empresas e Actividades Turísticas de la Xunta. Lo hará con una oferta de 42 habitaciones y un gran restaurante, con un proyecto que no solo impulsará la recuperación en la zona, sino que dará más músculo hotelero a una ciudad que ha logrado desestacionalizar completamente la actividad turística. “Por fin ya hemos iniciado este apasionante viaje de la recuperación de un hotel emblemático, insignia de la ciudad de Vigo”, destaca a este periódico su promotor, Manuel Rivera, director de Grupo ABC.

En primera instancia, la empresa –la licencia corresponde a la mercantil Urioka y Kouza– deberá acometer medidas de carácter urgente para “evitar la caída de elementos a la vía pública, a patios interiores y edificaciones lindantes”, como incide un informe de Urbanismo expedido el 9 de diciembre pasado. Son los trabajos que ocupan ya al equipo contratado por la promotora, con colocación de elementos como bandejas o redes de protección, andamiajes o apuntalamiento. La rehabilitación se ha asignado a Di Milano y va a poner al inmueble “nuevamente en valor, rescatándolo de su olvido del abandono al que se le ha sometido por el propio paso del tiempo, proporcionándole la recuperación arquitectónica que un edificio como este merece –abunda Rivera–, entendiendo que forma parte inseparable del recuerdo colectivo de la Calle Carral, de sus gentes y de la propia ciudad de Vigo”. La significación de La Chata es tan arraigada –solía tener una Cruz de Santiago como símbolo en uno de los laterales de la fachada– que se mantendrá su nombre. La resurrección de La Chata será completa.

Como destaca el empresario, “se mantendrán y restaurarán las fachadas, los elementos dañados se recuperarán, se mejorará el confort general del inmueble y, obviamente, se recobrará el esplendor” de un edificio que consta de sótano, bajo, seis plantas y bajo cubierta, con una superficie construida actual de 1.364 metros cuadrados. “La idea surge a la par que se produce la misma adquisición del edificio. Su desarrollo no ha sido ni fácil ni todo lo rápido que me hubiera gustado”, pero ya empieza a carburar. Con un equipo, remata Manuel Rivera, “especializado en la rehabilitación de inmuebles, llevando a cabo proyectos que van desde la recuperación de edificios residenciales o viviendas, pasando por la restauración de pazos o adecuación de espacios industriales”.

Esta actuación en La Chata se suma a la reconversión de la modernista Casa Acuña Soaje –antiguo Banco de Galicia, en Policarpo Sanz– también en un hotel. En este caso, el edificio tiene una solera más acusada, si cabe, al tratarse de la primera obra ejecutada por el arquiteco Michel Pacewicz en Vigo. La emblemática construcción, que dispone de unos 4.000 metros cuadrados, está siendo transformada por medio de RetailCo, participada íntegramente por Banco Santander. Un proyecto coetáneo a la venta del Hotel Bahía, que ha pasado a manos del grupo de Rafael Ferreiro y que incluirá una reforma completa de la fachada. Este desembarco coincide en un momento de bum turístico donde cada vez son más las grandes firmas hoteleras que llaman a las puertas de Vigo para su expansión: la cadena hotelera de la familia Jove, con Attica 21 en Samil; la llegada de Eurostars Hotel Company, del Grupo Hotusa, con su filial Exe, en entorno de Vialia; o la de Silken Hoteles, fundada en Vitoria y con 36 establecimientos en su red, que completó la adquisición de la gestión del Hotel Axis, ubicado en la calle María Berdiales.

  • Edificio histórico

    Su construcción data del año 1899 y fue sometido a trabajos de reforma a finales de los sesenta. En el 2005, la antigua familia propietaria (Álvaro Montero-María González) solicitó la baja del inmueble del registro de establecimientos turísticos de la Xunta.

  • Resurrección

    La oferta será de 42 habitaciones, con un restaurante “típico”. Mantendrá el nombre de La Chata, que era el apodo con el que se conocía a la primogénita de Isabel II, la infanta Isabel.

  • El proyecto

    De inicio, la promotora Urioka y Kouza SL (del Grupo ABC) deberá acometer de forma urgente trabajos para asegurar la fachada y evitar que caigan a la vía pública elementos de la misma. El inmueble se encuentra en una situación de acusado abandono tras años de inactividad.

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