Veto total a las mascotas en los pisos de alquiler de Vigo

Solo 34 de las 636 viviendas disponibles para rentar en la ciudad permiten la entrada de perros | Ya hay inquilinos obligados a abandonar a sus animales de compañía cuando se mudan

El 95% de los propietarios prohíben la entrada de mascotas en los apartamentos de alquiler.

El 95% de los propietarios prohíben la entrada de mascotas en los apartamentos de alquiler. / Marta G. Brea

Acceder a un piso de alquiler es cada vez más difícil. Especialmente para los jóvenes que se quieren independizar: los precios están por las nubes y las condiciones que piden para entrar siguen siendo muy exigentes, en ocasiones con hasta tres meses de fianza por adelantado, un contrato fijo de trabajo o abonar un seguro de impago. Pero es todavía más complicado para aquellas personas que tienen un animal de compañía. Y es que en Vigo, solo 34 de las 636 de las viviendas que en la actualidad están disponibles en el mercado de alquiler admiten la entrada de mascotas. Es decir, el 95% de los propietarios no permiten inquilinos que tengan gato, perro o cualquier otro animal de compañía.

La prohibición de los propietarios a la entrada de mascotas se da especialmente en pisos, apartamentos y casas de reciente construcción, que tienen un mobiliario completamente nuevo. Es decir, tienen miedo a que perros o gatos causen desperfectos en los sofás, armarios... Por tanto, las escasas viviendas que los inquilinos pueden alquilar sin renunciar a su perro o a su gato son antiguas y con muebles viejos y anticuados.

Este hándicap está provocando conflictos habituales entre arrendadores y arrendatarios. Porque en la mayoría de casos la prohibición se da en el propio contrato, por lo que si el inquilino introduce mascotas pese a estar expresamente prohibido en alguna cláusula, el propietario podría rescindir el contrato o, en todo caso, reclamar posibles daños que el animal haya causado en algún elemento del apartamento. Además, si se permite la tenencia de mascotas, pero estas causan molestias en la comunidad o desperfectos en la propiedad, también es posible, según la ley, rescindir la relación contractual.

Obviamente, la legislación no prohibe explícitamente la tenencia de mascotas en un piso de alquiler. El artículo 4.2 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) sostiene que “los arrendamientos de vivienda se regirán por los pactos, cláusulas y condiciones determinados por la voluntad de los implicados”. Es decir, permite a los propietarios prohibir los animales de compañía siempre que figure en el contrato. Por tanto, los inquilinos podrán tener mascotas en la vivienda siempre que no exista una cláusula en el contrato específica sobre este tema.

Encontrar un piso de alquiler en la ciudad que permita la entrada de mascotas se ha convertido, por tanto, en una misión imposible. Y hay muchas personas con perros o gatos, según apuntan varias protectoras, a las que no les está quedando otra opción que abandonarlos cuando se mudan ante la imposibilidad de llevar al animal con ellos a su nueva vivienda.

El problema, además, es que los arrendadores que sí permiten la tenencia de perros o gatos en sus viviendas consideran que este es un “plus” más, prácticamente como tener garaje o trastero, por lo que no dudan en subir todavía más el precio del alquiler. Es más, todos los pisos que admiten mascotas en Vigo están a un precio desorbitado. El más barato es un estudio de 22 metros cuadrados en el barrio de O Calvario con un alquiler de 499 euros al mes. El resto, todos superan los quinientos.

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