La Universidad supera el techo histórico de 200 millones y crece el gasto en personal y energía

La Universidad de Vigo superará en 2023 el techo histórico de los 200 millones de euros. El presupuesto más alto en la historia de la institución académica mantiene el equilibrio y sigue aumentando el gasto en el capítulo de personal para asumir las subidas salariales, así como la partida destinada al pago de gas, combustible y electricidad para poder hacer frente al incremento de la factura energética.

Las cuentas del próximo año son las primeras que elabora la Gerencia, en lugar del vicerrectorado que se ha ocupado de los asuntos económicos en los sucesivos equipos de gobierno, en virtud de los Estatutos aprobados en 2019. Y serán presentadas ante la comunidad universitaria durante el Claustro que se celebra el próximo lunes en el campus de As Lagoas-Marcosende.

También son los primeros presupuestos del segundo mandato de Reigosa, que revalidó el cargo en las elecciones celebradas el pasado mes de mayo. Tras su victoria, el rector eligió a Yolanda Lesmes, exdirectora de Recursos Humanos del Sergas, para liderar el equipo gerencial, mientras que la vicegerencia económica es responsabilidad de María Mercedes Carracedo.

Las cuentas, que han sido elaboradas siguiendo las líneas marcadas desde el equipo de gobierno, ascienden a una cifra total de 227,9 millones de euros, un 14,7% más que las de 2022. Y una de las claves de este incremento es la consecución de casi 30 millones de euros procedentes de los fondos europeos de recuperación Next Generation a través de distintas administraciones.

Esta partida, que asciende a los 28,6 millones de euros, permitirá la puesta en marcha de proyectos de gran calado como el laboratorio de comunicación cuántica, la digitalización del área de gestión académica, la formación de profesorado y su recualificación, la adquisición de un espectómetro y el desarrollo de una iniciativa 5G.

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Los fondos procedentes de la Xunta dentro del Plan de Financiación Universitaria, que arrancó este año y permanecerá vigente hasta 2026, aumentan hasta los 126 millones de euros, pero su peso en las cuentas se reduce respecto a otros años –un 55,2% frente al 61,3% del periodo anterior– debido a la capacidad de la institución para captar recursos en convocatorias competitivas de investigación, transferencia e infraestructuras.

Aún así, la dotación autonómica que recibe la UVigo se incrementa por su esfuerzo en el cumplimiento de los indicadores fijados en el plan, especialmente, los referidos a la introducción de la contabilidad analítica y los requisitos establecidos para la declaración por parte de la Xunta de la condición de los centros singulares de investigación –Cinbio, CIM y atlantTTic–.

De esta forma, las transferencias corrientes, es decir, las subvenciones de administraciones públicas y empresas, crecerán un 3,38% hasta los 144,5 millones, mientras que las de capital lo harán un 43% y los ingresos por tasas y matrículas disminuirán ligeramente –apenas un 0,16%– hasta los 17 millones de euros.

Las políticas enfocadas a los recursos humanos de la Universidad constituyen uno de los ejes estratégicos del gobierno de Reigosa y esta apuesta se traduce en el capítulo de gastos dedicado al personal, que crece un 10,3% y supondrá en 2023 un dispendio de 134,8 millones de euros, esto es, casi el 60% del total.

Este incremento permitirá a la UVigo hacer frente a las subidas salariales establecidas por el Gobierno para los empleados públicos, además de consolidar las medidas enfocadas a la estabilización, homogeneización de regímenes jurídicos, y también la retención de talento.

El alza de la factura energética también justifica el incremento del gasto, ya que a pesar de la apuesta por las renovables en los tres campus y el plan de medidas urgentes de ahorro, que incluye acciones para un consumo más eficiente como horarios de calefacción y ajustes en la iluminación, se espera que los suministros de gas, electricidad y combustible sigan encareciéndose.

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Respecto a los compromisos adquiridos por Manuel Reigosa durante la campaña electoral y que también deberán reflejarse en los presupuestos figuran las medidas para hacer frente a la jubilación masiva de profesores en los últimos años, así como la construcción de un nuevo módulo para el centro atlanTTic.

Y otro objetivo que sigue pendiente a la espera de que fructifiquen las negociaciones con las administraciones implicadas es el traslado a la ETEA del Centro de Investigación Mariña (CIM) y la Facultad de Ciencias del Mar.

Informe de la Valedora

Además de la presentación de los presupuestos para 2023, el orden del día del Claustro incluirá el informe anual del rector y el de la Valedora Universitaria. También se abordará la propuesta de creación del Instituto de Agroecología y Alimentación y se llevará a cabo el seguimiento y evaluación anual del Plan Estratégico de la UVigo. 

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