Las turboglorietas parecen ganar terreno en las ciudades, pero aún existen rotondas convencionales, y ahí muchos conductores circulan sin tener demasiado claro los conceptos sobre quién tiene la prioridad. Y si no que se lo digan a un taxista que hace unos días a punto estuvo de terminar arrollado en una cuneta de Vigo por culpa de un camión de gran tonelaje que obvió las normas que rigen en estos tramos circulares de la carretera.

¿Qué dice el Código?

En España, los conductores que circulan por el carril derecho tienen prioridad en las rotondas. Además, no se puede abandonar la glorieta desde los carriles interiores directamente sin antes haberse posicionado en el derecho.

En el caso de Marcos el taxista, éste tomó la rotonda que comunica Peinador con la Avenida del Aeropuerto. Su intención era hacer un cambio de sentido para regresar hacia al aeródromo y después coger la entrada a la autopista. Tomó el carril más externo de la glorieta (el de la derecha), y cuando se disponía a dar el primer giro, un camión se cruzó en su camino por el carril izquierdo y obligó a este taxista vigués a parar 'in extremis'.

Infografía de la DGT sobre cómo se debe y no se debe circular en una glorieta. Tráfico y Seguridad Vial / DLirios

"Me sentí impotente, porque invadió totalmente mi carril derecho de bajada y me obligó a frenar en seco", comenta Marcos que cuenta con un dispositivo de grabación subjetiva en su automóvil que muestra la peligrosa maniobra del conductor del camión que a punto estuvo de colisionar con él.

¿Desconocimiento o pillería?

En el vídeo no sólo se observa la imprudencia, también se escucha la continua pitada del claxon del taxista, que unos metros antes de entrar en la rotonda y al ver que le están invadiendo su carril, pita una primera vez, para seguir activando la bocina de su taxi durante los segundos de trayecto dentro de la glorieta. Cabe pensar que este transportista desconoce la norma, pero también podría ser una artimaña ilegal de adelantamiento, escena que, salvando las distancias, recuerda al clásico del cine, "El diablo sobre ruedas", película de Steven Spielberg que narra la persecución mortal entre un camionero picado y el conductor de un coche.

Este tipo de desencuentros son bastante habituales en las glorietas, pero no tanto los protagonizados por profesionales al volante a los que se les presupone una conocimiento más exhaustivo de las normas, y un respeto por ellas. Son muchas horas en la carretera y cualquier imprudencia podría ser fatal.

¿En qué situación el camionero llevaría la razón?

Hay un supuesto en el que el taxista no debería entrar por el carril más alejado del centro de la rotonda si lo que quiere es rodearla completamente. Y es que en Portugal, las normas que rigen la circulación por las glorietas son diferentes a las de España.

Según el código de circulación de Portugal, en las rotondas los conductores deben adoptar el siguiente comportamiento:

  1. Entrar en la rotonda después de ceder el paso a los vehículos que están circulando ya por ella. Este primer punto es igual que en España. Los vehículos que están dentro de la glorieta tiene prioridad sobre los que van a acceder a ella.
  2. Si pretende salir de la rotonda en la primera salida, debe ocupar el carril de la derecha.
  3. Si pretende salir de la rotonda por cualquiera de las otras salidas, solo debe ocupar el carril más a la derecha después de pasar la salida inmediatamente anterior a aquella por donde pretende salir, aproximándose progresivamente a esta y cambiando de carril tras haber tomado las debidas precauciones.
  4. Sin perjuicio de lo dispuesto en los apartado anteriores, los conductores deben utilizar el carril más conveniente a su destino.

Ante esta circunstancia se podría pensar que el camión que cometió la infracción en la rotonda viguesa fuese portugués, y de ahí su confusión, pero no. La empresa del trailer es de O Porriño. Otra de las posibilidades es que el conductor sea luso y se guíe por las normas de circulación que rigen en su país.

No obstante, como así los españoles se exponen a sanciones que van entre los 60 y los 300 euros por trazar mal las glorietas al otro lado de la 'raia', en suelo español, en este caso vigués, todos los conductores, incluidos los extranjeros, deben respetar el código de nuestro país.