Decenas de miles de vigueses muestran su devoción por el Cristo de la Victoria

El primer fin de semana de agosto no hay otro plan en la agenda de los vigueses. Devotos y no devotos se encomiendan al Cristo de la Victoria en una procesión que abarrota las calles y llena las plazas. Y este año, más si cabe, después de estos dos últimos años de contención.

Puntual, a las 19.30 horas, salía el Cristo de la Victoria de la Basílica de Santa María bajo una atronadora ovación y con el sonido del himno nacional. Desde entonces, decenas de miles de vigueses acompañan al Santo por el centro de la ciudad en un recorrido que pasará por Príncipe y finalizará en Porta do Sol. 

La procesión del Cristo se reivindica como la más multitudinaria

R. V.

Pero el fervor se lleva viviendo en Vigo desde primera hora de la mañana. Las temperaturas agradables permitieron a los vecinos salir a la calle para realizar procesiones anticipadas y acudir a las distintas misas que se han ido celebrando en la Colegiata a lo largo del día. Precisamente la plaza de la Colegiata, desde horas antes del inicio de la procesión inicial, estaba absolutamente abarrotada de gente esperando la salida del Cristo.