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Valladares, una parroquia bajo la batuta

La escuela, el nuevo conservatorio profesional y la banda aúnan esfuerzos para combinar la formación de alto nivel desde los 3 años con una actividad cultural intensa y de calidad

Tomás López, César Posada y Rodrigo Iglesias, en la sala de ensayo del CMUS de Valladares. | // M. G. BREA

Valladares exhala música por los cuatro costados. Con una intensa oferta formativa y cultural y con vecinos apasionados por algún instrumento desde los 3 años hasta más allá de la edad de jubilación, la parroquia vive una nueva y prometedora etapa tras la apertura del conservatorio profesional. El CMUS, que se estrenó este curso, aúna esfuerzos con la banda y la escuela infantil para seguir creciendo en vocaciones y calidad.

“Nuestra propuesta es integradora, intercultural y flexible. El conservatorio supone una continuidad para los alumnos de la escuela, que funciona como grado elemental. Y, por supuesto, va a influir muchísimo en la Banda Unión Musical de Valladares”, destaca su director, Tomás López. “Ha sido un logro importantísimo, la formación será más completa y repercutirá en el nivel de la banda”, ratifica el responsable de su batuta, César Posada, que la recibió de manos de José Iglesias Ramilo en 2020.

La plantilla del CMUS está integrada por 15 profesores “de alto nivel” formados en diferentes centros de España y que tocan habitualmente con orquestas como la Real Filharmonía y la Sinfónica de Galicia. Y algunos de ellos son oriundos de Valladares e iniciaron su carrera en la parroquia. Es el caso del propio Tomás López, que estudió saxofón en Mallorca y Helsinki, y del trompetista Rodrigo Iglesias, que también dirige la banda infantil y juvenil.

Tomás López, con uno de sus alumnos. MARTA G. BREA

“El profesorado tienen una trayectoria musical muy amplia y hay docentes que colaboran con orquestas profesionales y tienen una gran actividad concertística anual. Y además de grandes músicos son grandes pedagogos”, destaca Tomás.

Además de asistir a sus clases, los alumnos del CMUS tienen la oportunidad de disfrutar de conciertos tan destacados y “especiales” como el que ofreció Abraham Cupeiro el pasado marzo acompañado por la Unión Musical. E incluso subir ellos mismos al escenario: “Organizamos un festival con motivo del Día de la Mujer y tenemos otro en otoño. Son muy interesantes porque participan tanto los estudiantes como los profesores y no nos olvidemos de que el fin de la música es tocar, interpretar. Se les da la oportunidad de hacerlo y de generar cultura. Además, organizamos cursos de diferentes especialidades y tenemos las actuaciones de invitados y de la propia banda. Se alimentan con el ejemplo”.

Tomás, César y Rodrigo son un ejemplo de los frutos que produce toda esta actividad cultural –”Sentimos la banda desde muy adentro y nos implicamos mucho en el trabajo”, aseguran–, pero también destacan que la parroquia atrae a profesionales del resto de Galicia y de otras regiones de España como Baleares o Andalucía.

Volumen y calidad

“La gente se sorprende del volumen y la calidad de actividad musical que hay aquí y nuestras puertas están abiertas para todo el mundo. Generamos mucho músico y nos retroalimentamos, pero también es importante la influencia de quienes vienen de fuera”, destaca Tomás.

En Valladares, la mayoría de los niños tienen su primer contacto con la música en su propia casa. “Yo soy hijo, nieto y bisnieto de músico. Los tres tenemos antepasados ligados a la fundación de la banda y fuimos educados y criados en la escuela”, comenta Rodrigo.

Incluso desde antes, los más pequeños tienen la posibilidad de asistir a clases de iniciación al lenguaje musical o de música y movimiento desde los tres años.

“La banda infantil/juvenil tiene 40 componentes. Los más pequeñitos tienen 8 años y los mayores, hasta 16 y 18. Intentamos adaptarnos a las necesidades de cada alumno y tenemos actuaciones trimestrales. Y en junio participaremos en un festival de bandas infantiles que probablemente se celebre en Goián”, avanza Rodrigo.

La escuela es el “germen”, pero también acoge a algunos adultos que un momento de su vida se lanzan a aprender a tocar un instrumento: “Nunca es tarde. Aquí se le da la oportunidad a todo el mundo”.

La banda celebra su 120 aniversario

Con este espectacular caldo de cultivo, no resulta extraño que la Unión Musical de Valladares celebre este año su 120 aniversario. Tras una etapa compleja por las restricciones de la pandemia, sus responsables ya piensan en cómo celebrar una fecha tan destacada.

“Me estrené como director en julio de 2020, justo al salir del confinamiento. Empezamos a ensayar por secciones y en grupos diferentes y fue un momento duro para todas las agrupaciones porque nuestro objetivo es actuar. Es lo que alimenta a un músico. Pero se ha hecho un buen trabajo todos estos años y ahora se notan los frutos. Está en muy buen momento. Es una gran banda y lo que intentamos hacer es impulsarla un poco más desde la propia formación, el conservatorio y la escuela para que siga siendo una referencia en Galicia”, señala César Posada.

Unas 80 personas la integran actualmente y algunos músicos profesionales, además de los profesores del CMUS, se unen cuando sus responsabilidades se lo permiten. En estos momentos, preparan el concierto del Día das Letras Galegas, que también será un homenaje a José Iglesias Ramilo, y otro de carácter didáctico y familiar que incluirá animaciones y sintonías de películas. Además están pendientes de que se confirme el certamen de Aranda del Duero para participar en la competición.

Por su parte, el CMUS convocará en mayo las pruebas de acceso para el próximo curso, que se ampliará con 3º de grado profesional. Y tienen buenas expectativas, ya que el año pasado la matrícula se hizo más tarde de lo habitual, una vez que recibieron la autorización de la Xunta. “Nos ha llamado mucha gente interesada. Tener un conservatorio en Valladares no solo es bueno para la parroquia, ya que evita desplazamientos a Vigo, sino que también supone una oportunidad cercana y bien conectada para ayuntamientos como Porriño, Mos o Gondomar”, destacan César y Tomás.

Los tres forman parte de un grupo de trabajo, que también incluye al presidente de la Asociación Unión Musical, Antonio Costas, para hacer una gestión de forma conjunta. Se trata de buscar sinergias y que esta “cadena” musical no se detenga. Al menos, durante otros 120 años más.

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