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Las claves de la nueva autovía a Porriño: más seguridad y menos tiempo para enlazar con Madrid

Caballero pide a los empresarios que se pronuncien sobre el “no” al vial de Feijóo - La Xunta dice que la apoya y urge suprimir el peaje

Vehículos circulando por la autovía A-55. José Lores

La construcción de la nueva autovía entre Vigo y Porriño para olvidar el trazado actual de la A-55, el vial principal de entrada y salida desde y hacia Portugal y Ourense (y Madrid), es una obra “imprescindible” para el alcalde, Abel Caballero, entre otros motivos, porque mejoraría la seguridad de los conductores dejando atrás la actual vía, que, desde hace años, cuelga el cartel que la define como una de las carreteras con más siniestralidad de la red nacional. En la rueda de prensa diaria, volvió a afear al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, su “oposición frontal” a esta infraestructura y le demandó que rectifique públicamente. El regidor también avanzó que pondrá en conocimiento de los empresarios la posición del titular autonómico: federación provincial de transportistas, Cámara de Comercio, Confederación de Empresarios de Pontevedra y Círculo de Empresarios. Estas son las preguntas y respuestas que ayudan a entender la magnitud del debate.

Nueva AP55 Hugo Barreiro

¿Qué distancia y tiempo ahorrarán los conductores?

Caballero defendió en el pleno monográfico celebrado esta semana que el trazado actual por la A-55 es de 14 km y se hace en 14 minutos, mientras que, por la AP-9, las cifras ascienden a “casi 21 kilómetros y 17 minutos desde la Praza de España”. Con el nuevo vial entre Vigo y Porriño, los conductores completarían el recorrido, de unos 10 kilómetros, en 10 minutos, según apuntó el regidor. Estos números se traducirían no solo en la mejora de los tiempos y la distancia, sino también en un impulso de la competitividad de las empresas de la ciudad y de toda el área de influencia.

¿Por qué es necesaria?

La actual A-55 presenta uno de los mayores índices de siniestralidad de la red de carreteras del Estado. En esta ecuación, suman el intenso flujo de vehículos y el trazado sinuoso de la autovía, con pendientes y curvas cerradas, así como los bancos de niebla, la lluvia o la baja visibilidad. Un número importante de siniestros se producen por salidas de vía. Otras causas habituales son los golpes por alcance y los choques en cadena o en caravana. Los datos demuestran que limitar la velocidad a 60 y 80 km/h en varios tramos, cifras muy por debajo de lo habitual en una vía de alta capacidad interurbana, y “sembrar” la A-55 de radares no ha funcionado. La construcción de una nueva autovía despejaría todos estos problemas.

¿Cuál es el trazado propuesto?

Por ahora, se desconoce con exactitud por dónde pasará la autovía de nuevo trazado. Sí se sabe que saldrá desde la zona de Baruxáns, discurrirá en una gran parte en túnel bajo Puxeiros y enlazará con la autovía A-52 en Porriño, desde donde los vehículos ya tienen conexión directa hacia Ourense y Madrid a velocidades de 120 km/h. Este vial ya está contemplado en el nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM). El proyecto podría salir a información pública este año.

¿Cuánto costará ejecutar esta infraestructura?

La última declaración institucional al respecto se produjo en abril de 2018 con el proyecto del Gobierno de Mariano Rajoy, que cifraba en 330 millones la inversión necesaria. Tras revisarse la idea inicial, se redujo la cifra a unos 280 millones con un trazado que aprovecharía una parte de la actual autovía al ampliar carriles. En cambio, liberar el peaje de la AP-9 entre Vigo y Porriño costaría unos 700 millones de euros públicos en bonificaciones –hasta 2048, año en el que termina la prórroga de la concesión de la AP-9– si se considera que la mitad de los vehículos que frecuentan la A-55 se decantan por la autopista.

¿Apoya el Ministerio su construcción?

El alcalde aseguró en varias ocasiones que sí. La última, ayer, en la rueda de prensa diaria: “Es decisión del Ministerio unir Vigo con Porriño en autovía en túnel y no tener que usar la actual vía de alta capacidad”. Días atrás, afirmó que el Gobierno ya está “involucrado en el estudio para hacer el trazado en túnel” y, en el pleno monográfico celebrado el martes, destacó que “toda la estructura del Ministerio de Transportes está absolutamente escandalizada con Feijóo” por su “no” a la autovía en túnel a Porriño. “Resulta incomprensible para todo el mundo. El Gobierno mantiene el proyecto: está en la tramitación de la selección de las opciones y la declaración de impacto ambiental. Transportes y Pedro Sánchez están de acuerdo con que se haga la autovía en túnel”, indicó.

¿Defiende el Concello suprimir el peaje de la AP-9 entre Vigo y Porriño?

Sí. Caballero dejó claro que la apuesta por la construcción de la nueva autovía entre Vigo y Porriño no significa rechazar la supresión del peaje de la AP-9 entre ambas localidades, puesto que, hasta que la nueva autovía no sea una realidad, ayudaría a liberar el tráfico actual de la A-55 y los conductores tendrían una opción más segura e, igualmente, gratuita, para acceder o abandonar la urbe. Actualmente, el tramo de pago lo utilizan en torno a 9.000 vehículos al día, mientras que la A-55 la recorren más de 65.000.

¿En qué cambiaría la conexión con Madrid?

Caballero lamenta que Vigo sea “la única gran ciudad de España que no tiene acabada la autovía para ir a Madrid”. La construcción de la nueva arteria de asfalto pondría punto final a esta situación. “Entre Vigo y Porriño, no hay autovía, sino una vía de alta capacidad con limitaciones de 60 km/h en una parte importante con un trazado dificilísimo que ralentiza la velocidad y produce accidentes”, afirmó el regidor.

La Xunta dice que apoya el vial y urge suprimir el peaje

Fuentes de la Xunta dejan claro a este periódico que “no renuncia” a la nueva autovía con Porriño, pero recuerdan que los vecinos de Vigo y del entorno “necesitan ya una solución”. “Aunque el Gobierno de España decidiera ponerse ahora mismo a hacer la autovía, cosa que no ha hecho ni prevé hacer, tardaría 10 años en construirla. Podría eliminar los peajes mañana mismo y seguir avanzando en la autovía, esto es lo que pedimos”, explican fuentes de la administración autonómica antes de señalar que la Xunta “no se conforma con reclamar y criticar al Ejecutivo central por no avanzar porque eso no arregla los problemas de los usuarios”: “Por eso propone una alternativa viable. El propio Concello apoya esa alternativa y la defendió el martes pasado en el pleno”.

Desde San Caetano, afirman que la postura de la Xunta en relación a la ejecución de la autovía de nuevo trazado entre Vigo y Porriño “está fuera de dudas”: “La Xunta lleva más de una década demandando una alternativa a la actual conexión entre Vigo y Porriño a través de la autovía A-55. Si alguien luchó y demandó de forma constante una conexión de altas prestaciones libre de peaje entre Vigo y Porriño, alternativa a la A-55, fue la Xunta. Si el presidente Mariano Rajoy se comprometió en firme con una nueva autovía Vigo-Porriño en 2018 fue en atención a una demanda enérgica y reiterada del gobierno gallego”, apuntan.

Estas mismas fuentes destacan que la alternativa a la actual autovía Vigo-Porriño “es una constante en la agenda de infraestructuras del gobierno gallego, defendida ante todos los Gobiernos de España y los ministros de Fomento”: “La Xunta mantuvo diferentes reuniones en el último año sobre las infraestructuras gallegas: primero, con el anterior ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y, ahora, con la ministra Raquel Sánchez. En esas reuniones, el gobierno gallego constató que no existe ningún tipo de voluntad de avanzar a corto o medio plazo en la nueva autovía Vigo-Porriño. La mejor muestra de la constatación de que el Gobierno de España no quiere hacer la autovía de nuevo trazado entre Vigo y Porriño está en que no incluyó partidas significativas en ninguno de los Presupuestos Generales del Estado que aprobó”.

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