Ya no queda nada para las principales reuniones de Navidad. A tan solo cinco días para Nochebuena y con una semana más de margen para despedir el año, lo vigueses tratan de blindarse para poder celebrar unas fiestas lo más normales posibles dentro del contexto que permite la pandemia por coronavirus en Galicia, con una sexta ola que no deja de batir récords.

El objetivo anhelado es disfrutar de unas celebraciones normales, sí, pero también seguras. Por eso, hoy mismo las colas para recibir la dosis de refuerzo de la vacuna frente al COVID obligaban a esperas de más de una hora a puertas del Ifevi. La imagen se repite en la zona del Náutico para realizar las pruebas PCR y detectar posibles positivos asintomáticos.

Las cifras no son buenas en el área. En el caso del distrito vigués, los ingresados superan ya la centena y se sitúan en 101 tras haber crecido en seis en un día. De todos ellos, hay 22 en críticos, uno más que ayer. Además el área ha vuelto a ser la de mayor incremento de pacientes COVID, hasta los 4.980 en total (+237). Supone así casi un tercio de los casos que suma la comunidad. Los brotes en los centros escolares, la proximidad de las fiestas y los viajes fijados en estas fechas han provocando que la demanda de test de antígenos entre la población se haya disparado, provocando también el desabastecimiento de estas pruebas rápidas en las farmacias de la ciudad.

Los pormenores de cómo podrán desarrollarse las fiestas todavía están en el aire. En su declaración institucional de hoy, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha limitado a trasladar un mensaje de relativa calma, subrayando la eficacia de las vacunas, anticipando la posibilidad de “intensificar acciones” frente al virus, pero descarta restricciones duras y emplazando las decisiones a la reunión con las comunidades el próximo miércoles.