Los deslindes de monte traen de cabeza a vecinos y empresarios de Cabral. El punto de inflexión que los llevó a asociarse para “proteger nuestras viviendas, fincas y negocios” fue una demanda presentada por la Comunidad de Montes de esta parroquia contra cuatro empresas por los terrenos que ocuparon durante años –y sobre los que tenían título de propiedad– en el monte de O Gorxal.
La magistrada estimó íntegramente sus pretensiones y ordena a las firmas a devolver esta parcela a los comuneros, ya que fue aprovechada y “poseída” desde tiempo “inmemorial” por los vecinos, ordenando incluso la cancelación de la inscripción registral que pudiera existir a favor de las empresas demandadas.
“Antes solo iban contra la administración, ahora contra bienes privados”
La plataforma denuncia que la comunidad de montes ha empezado a reclamar estas parcelas en base al planeamiento de finales del XIX, en cuyo deslinde –delimitación de un terreno– figuran sus casas y negocios “con una antigüedad de más de 90 años y que fueron adquiridas de forma legal”.
“Cuando se compraron, el Registro de la Propiedad no nos puso ningún impedimento pero ahora nos vemos desamparados. Tu compras un terreno en Cabral y no sabes si en unos años la Comunidad de Montes te lo va a reclamar”, amplía Ucha.
"Hasta el momento, la Comunidad de Montes lo que ha hecho es reclamar terrenos donde está ubicado la ITV, un geriátrico, un instituto...terrenos de la administración. Pero ahora han dado el salto a la propiedad privada y tememos perder nuestros bienes"
Y es que, hasta el momento, la respuesta judicial siempre ha sido a favor de los comuneros; tanto en las parcelas donde descasan las instalaciones de la ITV como en los más de 240.000 metros cuadrados de la terminal de Peinador, los 190.000m2 del AeroClub, los 13.165 m2 de monte donde se construyó el IES Carlos Casares o las 2,21 hectáreas del monte vecinal Bandeira, suelo parcialmente ocupado por el CEE Saladino Cortizo.
“Hemos tratado de hablar y hablamos con la Comunidad de Montes pero seguimos si entender la situación; directamente tampoco nos permiten entrar como comuneros; proceso que ya hemos judicializado”, recalca Beatriz Ucha. “Aquí en Cabral hay once montes comunales, en ocho de ellos hay propiedades privadas; los afectados podemos llegar a los 200 vecinos. Compramos nuestras parcelas, nuestras viviendas, contamos con escrituras y de repente de encuentras con esto”, completa la presidenta de la asociación, que actualmente componen cerca de cien vecinos.
A su entender, Ucha justifica este repentino cambio por reclamar la titularidad de parcelas –afirma que hay hasta “una docena” de demandas ya interpuestas– privadas de cara a una futura expropiación. “Así la Comunidad de Montes recibiría el dinero de las expropiaciones, pero tu te quedas con una mano delante y otra detrás. Es más, ahora en Cabral resulta imposible vender un terreno o ponerte a hacer reformas en su negocio o instalación porque no saber lo que puede pasar con esa parcela”, lamentan desde el colectivo.
En este sentido, ha pedido también la colaboración por parte del Concello. “Creemos que debería pronunciarse, aunque igualmente confiamos en que la Justicia, en segunda instancia, revoque las sentencias. Es que sino para que un título de propiedad no tiene valor alguno”, sentencia Beatriz Ucha.
Dueños de fincas por vía judicial en base a documentos del s. XIX
La comunidad de Cabral, como otras, recibe rentas por locales e instalaciones que son explotadas por otros y que jurídicamente les fueron otorgadas en los juzgados, como es el caso del Aero Club, por el que la comunidad de montes recibe una renta anual. También los 10.000 metros cuadrados sobre los que se levanta la ITV le fueron devueltos a los comuneros por la vía judicial. En cuanto al IFEVI, cada vez que este se expande, ocupa monte, y de estas expropiaciones también se beneficia la comunidad. Con AENA también se llegó a sellar un acuerdo millonario sobre el suelo que ocupa la terminal viguesa de Peinador. Más recientemente, el juzgado le devolvió a la comunidad de montes los terrenos de un instituto y de un polígono industrial en O Gorxal y un centro de educación especial en monte Bandeira.
