La noche viguesa continúa recuperando el pulso previo a la pandemia. La fiesta de reapertura del Twenty Century Rock el jueves servía como bálsamo tras el adiós del Toni's Guitar, el decano del ocio nocturno en la ciudad, anunciado a comienzos de noviembre. Sin embargo, otro veterano local del Casco Vello sí que pudo reencontrarse con su público.

Las puertas del número 35 de la Calle Real llevaban cerradas 20 meses. Pese a los botellones y la relajación de las medidas, los antiguos clientes de O Ovo tenían que conformarse con pasar por delante sin saber si volverían a entrar en él.

"No abrimos antes por las restricciones, el no poder usar la barra era clave" asegura Manuel Pérez al otro lado del tablón de madera más frecuentado de la noche viguesa. Él y su hermano Jose se hicieron cargo del local en 1986, lo que les convierte en el más veterano de esta calle junto con O Porco, situado en la plaza con la Rúa Esperanza.

Puertas de O Ovo en Vinos, en la Calle Real Víctor Currás

Este atípico 35º aniversario llega manteniendo la esencia y la estética. Nombres de bebidas desconocidas en el mercado actual y una decoración contraria a lo que muchos considerarían "un local de moda" acompañan al producto estrella de la casa: un huevo cocido. Con vinagre, con pimentón, con licores o destilados.

"Cuando empezamos, cada local buscaba diferenciarse con algún elemento" y apunta al "Porrón" como uno de los pocos que sobrevive con esta tradición. Pero la pandemia les obligó a cerrar este local y otro de cenas regentado por su hija, el cual aún no tiene previsto abrir.

Sus fans no lo olvidaron en las redes sociales

Pero todo cambió este jueves cuando el "Mítico Jicho de Vigo" anunciaba su reapertura a través de Instagram. "No sabemos quién lleva la cuenta, pero sí que es un cliente habitual desde hace años" relata encantado Pérez.

A partir de ahí, un reguero de gente hacia su puerta, como si de un portal de Belén al que peregrinar se tratase, derivaba en abrazos, gritos de euforia y hasta alguna lágrima.

El aforo actual de 22 personas se ve sobrepasado rápidamente al usar las cuatro mesas disponibles y por ello mucha gente no pudo ser atendida en la noche del viernes.

No es la primera vez que una de las cuentas de shitposting viguesas de referencia logra colarse en la carta de uno de sus locales favoritos. En septiembre y aprovechando la fiebre por los McMenús de Aitana, lanzaba una colaboración la bocatería Papo's.

El chupito del influencer de la slam combina granadina, lima, ron y vodka. Pero no es el primero de esta dureza ni cuyo nacimiento viene a través de un cliente. "La mitad de nuestra carta son recetas que nos dice alguien y como la gente las sigue pidiendo, las incorporamos".

Chupito del "Mítico Jicho de Vigo" presente en O Ovo MJV

Prueba de ello son el Elías el Marino o el temido Diego Cid, que toma el nombre del joven que quería "hacer uno fuerte". Sus precios siguen siendo uno de sus puntos fuertes hasta el punto de han bajado en algunas ofertas.

Y aunque los hay que rechazan mezclar alcohol con esta curiosa tapa -en horario vespertino sirven quesos y fiambre de aperitivos- los veteranos del lugar aseguran que "les ha salvado más de una noche".

La decoración de O Ovo es uno de sus puntos fuertes para sus fieles Víctor Currás

Y es que pandemia mediante y 35 años después, este Ovo no se pasa.