Un hilo conecta la localidad filipina de Baguío y la Travesía de Vigo. Hace 43 años, Anatoli Karpov repetía su título como campeón mundial en su 32º partida contra Víktor Korchnoi. Hoy, Abel Caballero ha reescrito esa historia tras repetir, jugada a jugada, una de las noches más polémicas de la historia del ajedrez.

El alcalde de la ciudad acudió a la llamada del ajedrecista con la actitud que reinó durante todo el fin de semana en el Travesía Master Chess, donde Karpov recibió un auténtico baño de masas.

El certamen organizado por el centro comercial coronó a Aleksa Strikovic como vencedor, aunque este serbio afincado en A Coruña desde hace 20 años no llegó a presentarse a recoger su "otro premio", que no era otro que poder jugar contra uno de los mayores iconos de la disciplina.

20 minutos de jugadas estudiadas

El regidor resistió durante 20 minutos las aperturas y movimientos del gran maestro internacional. En esta ocasión no había presiones internacionales, mensajes en clave ni espías que alteraran el ambiente.

Solamente decenas de vecinos del barrio observando a dos septuagenarios jugando una partida que sólo podía terminar en tablas y con un fuerte apretón de manos.

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Karpov-Caballero, un duelo para la historia Pablo Hernández

Caballero estudiaba meticulosamente sus apuntes entre jugada y jugada, aunque no dudaba en explicárselas a los dos afortunados niños que la pudieron seguir junto a los medios de comunicación. Y es que desgraciadamente, el COVID y sus medidas de prevención impidieron que la audiencia fuera aún mayor

La Guerra fría del tablero

El duelo, igual que el de los dos viejos conocidos en los años 70, estaba marcado por la expectación previa. En 1974 los dos maestros se disputaban la candidatura soviética para retar a Bobby Fischer por el cetro mundial.

Para sorpresa de todos los medios occidentales, el joven Anatoly se convertiría en la gran esperanza de la URSS para recuperar el título que el estadounidense había conquistado a Boris Spassky, en Islandia en 1972.

Una imagen del duelo Karpov-Korchnoi de 1978

Tras esto, Korchnoi acabaría se convertiría en el primer ajedrecista que huía del país para exiliarse en Suiza. Curiosamente, también Caballero se exilió durante esos años en Reino Unido. En plena Guerra Fría y con la carrera espacial perdiendo fuelle, las disputas en los tableros de 64 casillas adquirieron una dimensión inaudita.

Karpov era además un ferviente militante del Partido Comunista, una condición que marcaría su gran rivalidad con el "renovador" Gary Kasparov en la década siguiente.

Aquel duelo en Filipinas inspiró a La Diagonale Du Fou (La diagonal de loco), Óscar en 1984 como mejor película extranjera y un musical con éxito en Londres o Nueva York; aunque los personajes y la ubicación de la contienda fueron alterados.