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La Policía sanciona cada tres días a un usuario de patinete eléctrico

Su auge septuplicó las multas en 2020 | Circular por las aceras se lleva la mitad, seguido por la consumo de alcohol

La Policía pide la documentación a un usuario de patinete eléctrico. // Marta G. Brea

La nueva moda de los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), entre los que el gran destacado son sin duda los patinetes eléctricos, no solo ha disparado la circulación y presencia en prácticamente cualquier vía de estos vehículos sino también las sanciones por el mal uso de los mismos.

Y es que como cualquier otro vehículo, su uso no debe ser arbitrario y sobre él pesan las normativas de la DGT en materia de circulación. El último año, la Policía Local de Vigo sancionó a un total de 110 conductores de patinetes eléctricos, siete veces más que en 2019, cuando esta cifra no alcanzaba ni la veintena (16) pese al confinamiento domiciliario durante casi tres meses.

Aceras y alcohol

La casuística de estos expedientes obedece principalmente a la circulación por aceras o zonas peatonales; concretamente esta incidencia está detrás de 56 de las multas impuestas el año pasado, más de la mitad.

Si bien se trata de una tipología que es ajena a las multas en turismos, camiones o motos –ya que sus conductores son conscientes que no pueden subirse a las aceras–, el resto de expedientes sí tienen una motivación semejante al de cualquier otro vehículo.

Así, con un total de 16 sanciones, el consumo de alcohol, concretamente superar una tasa de alcohol en aire aspirado del 0,25mg/l. De ellas, hasta en cuatro ocasiones se superó la tasa de 0,50 mg/l.

Conducción temeraria

La conducción temeraria o sin cumplir el mínimo de diligencia que deberían los conductores de estos patinetes eléctricos se tradujo en otras seis sanciones, misma cifra que los pilotos que lo hicieron sin casco o con auriculares. Otras infracciones fueron conducir utilizando el teléfono móvil, estacionar sobre la acera, en zonas reservadas para carga y descarga, no respetar los semáforos, no obedecer las señales de tráfico, circular con más de una persona y conducir bajo la presencia de drogas.

Falsos patinetes

Otra problemática que también afecta a estos vehículos y es recogida tanto por la Policía Local como por la propia Fiscalía son los falsos patinetes eléctricos o trucados. Hace tan solo una semana, efectivos municipales inmovilizaron a uno de estos VMP que discurría por Tomás Alonso alcanzando en vacío una velocidad de 90 km/h, y careciendo de autorización administrativa para circular por vía pública. También el año pasado, se detectó por el cruce de las calles Fotógrafo José Gil y Florida un patinete con el motor trucado capaz de alcanzar los 99 km/h, cuatro veces más que lo máximo autorizado para los VMP.

Una tienda, condenada

Episodios como estos motivó uno de los primeros casos, sino el primero, de condena por la venta de estos falsos patinetes. El Juzgado de lo Mercantil 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, admitió íntegramente la demanda de la Fiscalía condenando a una tienda de la ciudad por publicidad engañosa en la venta de uno de estos VMP que se ofertaba como un patinete eléctrico que no requería de matrícula, ni documentación, ni seguro, ni carné de circulación pero cuyas características lo definían como una motocicleta convencional, por lo que sus compradores incurrirían en un delito contra la seguridad vial si circulasen por la vía pública.

Absolución en el primer juicio penal

El dicho “la ignorancia de la ley no exime su cumplimiento” no tuvo efecto en el fallo del primer juicio penal contra el usuarios de un falso patinete eléctricos en Vigo, precisamente por las dudas que recogía entonces la normativa sobre este vehículo. Los hechos se remontan a julio de 2019, cuando el joven fue interceptado por la Guardia Civil de Tráfico circulando con lo que creía un patinete eléctrico –con una potencia de 2.000 vatios que alcanza hasta los 55 km/h– de dos ruedas, con sillín, sin matrícula y sin permiso de circulación. La jueza entiende como razonable que el hombre “desconociese”, por las propias características del vehículo, que lo que se comercializaba en la página web como “patinete eléctrico” se tratara en realidad de un ciclomotor para que el que hacía falta permiso.

Ordenanza municipal

El resto de dudas sobre las zonas por los que debe circular, su velocidad, seguro o uso del casco fueron disipadas por el Concello a principios de año con un documento, como paso previo a la ordenanza municipal, que regula parte de la normativa en la urbe.

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