La Consellería de Sanidade tiene la lupa puesta sobre el área sanitaria de Vigo tras los dos brotes que han provocado ya una treintena de contagios y que se corresponden a dos variantes de la conocida como brasileña. Esta situación estuvo en la mesa del subcomité clínico de la Xunta que se reunió ayer para acordar nuevas propuestas para combatir la pandemia en Galicia. Los expertos han decidido atajar el problema el problema de raíz y ponen el foco sobre los jóvenes, que son los principales afectados por las nuevas cepas. Así, durante este fin de semana el Sergas convocará a 4.000 personas de entre 16 y 35 años para un cribado en el COVID-Auto del hospital Álvaro Cunqueiro. El objetivo es detectar cuanto antes posibles casos asintomáticos para actuar y evitar la transmisión comunitaria de estas variantes brasileñas, de las más contagiosas. También están convocadas otras 5.000 personas de otras edades para participar en un cribado los próximos días, y el lunes se citarán a 5.000 asintomáticos del municipio de Ponteareas de entre 16 y 60 años.
Los dos brotes de Vigo, con una treintena de positivos causa inquietud, aunque no alarma, en la sanidad pública gallega, dado que los casos detectados, sobre todo entre jóvenes, son muy asintomáticos. En cualquier caso, el cribado específico para población de entre 16 y 35 años en Vigo determinará si se trata de algo puntual o si esta variante está más extendida. Al tratarse de una posible variante de escape es necesario vigilarla, según consideran los expertos.
Dos de los focos epidemiológicos de la variante brasileña en Vigo tienen vínculo con viajes: uno de un estudiante que viajó a México y el otro un marinero procedente de Perú. Los otros dos no están vinculados con el extranjero. Uno corresponde a una familia y el otro, según ha podido saber FARO, se detectó por un joven que asistió el pasado 27 de marzo a un local del entorno de la playa de Samil, en el que se llegaron a congregar cerca de 200 personas, y adonde acudió la Policía Local de Vigo. Sobre el brote de Vigo, el doctor Tomás Camacho, jefe de análisis clínicos de Vithas Lab (cuyo laboratorio central es adyacente al Hospital de Fátima de Vigo), destaca que ninguno de los positivos ingresó en el hospital, pese a que las cargas virales (estimadas por los escasos ciclos de PCR necesarios para detectar el virus) son muy altas.
Esa alta carga viral convierte a los infectados en potenciales “supercontagiadores”. Camacho, que ha trabajado en la Universidad de Harvard y es uno de los científicos gallegos que más ha seguido la evolución de las variantes desde el ámbito clínico, considera que es normal que aparezcan ya que debido “a la presión que se hace por la vacuna, surgen mutaciones que parece que son de convergencia evolutiva porque aparecen en varios lugares”.
Esta variante brasileña P.1, originaria de Manaos, ofrece cierta “resistencia a los anticuerpos vacunales y a la inmunidad natural” surgida tras la infección. Camacho, al que en su momento le sorprendió la rapidez con la que la variante británica se hizo dominante, en apenas dos meses, cree que ahora será más difícil que la P.1 ocupe todo el nicho ecológico. “Tal y como se está controlando, creo que no ocurrirá”, opina.
El foco puesto en la juventud está justificado atendiendo a los datos. Y es que pese a que los menores de 30 años representan a una cuarta parte de la población, sin embargo, han protagonizado uno de cada tres contagios en lo que va de mes. En el perfil actual del infectado por COVID influye el avance de la campaña de vacunación. En los mayores de 80 años ya se observan un significativo descenso de los contagios: ha pasado de aglutinar el 8,6% de todos los positivos del área en diciembre, al 2,7% en lo que va de abril. Solo 15 de los 572 registrados en toda el área en las dos primeras semanas del mes -del 1 de abril al 15 a las 8.00 horas, según datos oficiales-. Y es que este colectivo ha sido de los primeros en vacunarse. Respecto a la vacunación, precisamente, el Sergas anunció ayer que se amplía el rango de edad y se citarán en el Ifevi a personas de entre 70 y 79 años en los próximos días.
El grupo quinquenal de edad con una mayor incidencia en abril es el de 20 a 24 años. Se han registrado 40 casos hasta la mañana del día 15. Proyectándolos sobre los datos de población del Instituto Galego de Estadística (IGE) de 2020, suponen 164,6 nuevos casos por cien mil habitantes en dos semanas. Y el siguiente tramo, de 25 a 29 años, está en 151,1. Es decir, los veinteañeros del área están en niveles de riesgo extremo de transmisión. No son los únicos. También los de 35 a 39 años. Sus 61 positivos implican una incidencia a dos semanas de 154,5 nuevos casos por cien mil habitantes. Aglutinan el mayor porcentaje de diagnósticos COVID en abril, algo más de una décima parte (10,66%), cuando en diciembre reunían el 7,3%. Es la mayor subida de todas las franjas de edad.
El resto de grupos estarían en niveles de riesgo medio, salvo los mayores de 85, que con 28,1 se acercan al objetivo de la “nueva normalidad”, establecido por debajo de 25 positivos por cien mil habitantes en dos semanas.
Los adolescentes de 15 a 19 años presentan la cuarta incidencia de COVID más alta (130), seguidos de cerca por los niños de 10 a 14 años. En la actualidad, está en marcha un cribado que abarca de los 12 a los 17 años a través de las farmacias. La Consellería de Sanidade busca evitar brotes en los centros educativos y que los alumnos asintomáticos transmitan luego el virus a su entorno. Las mayores incidencias se registran hasta los 50 años. Están por encima de cien, salvo en los niños. Los de 5 a 9 años están en 85,8 nuevos casos por cien mil en dos semanas. Y los más pequeños, hasta 5 años, presentan la tercera tasa más baja (58,7), tras los mayores de 85 (28,1) y los de 80 a 84 años (51,8).
La ciudad acoge el primer foro médico presencial desde el inicio de la pandemia
La segunda edición del Foro Transdisciplinar en Enfermedades Inmunomediadas, primer congreso médico que se celebra con una parte presencial (aunque con aforo limitado) en la ciudad desde el inicio de la pandemia, vivió ayer su jornada inaugural en el teatro Afundación. El alcalde, Abel Caballero, estuvo acompañado por el presidente del comité científico y jefe de Reumatología del Chuvi, el doctor Ceferino Barbazán.
