El consejo de administración del Puerto, celebrado este viernes, fue informado de la decisión de Praza da Estrela de ejecutar, en el plazo de dos años, un segundo PIF en el recinto portuario, en concreto en la terminal de Bouzas. Asistentes a la reunión confirmaron la información adelantada este jueves por FARO y mostraron su “satisfacción” por verse “cumplida una demanda” que se persigue entre las navieras desde hace años: poder descargar mercancía perecedera en unos muelles que hasta ahora están dedicados en exclusiva al tráfico ro-ro, ya que otros posibles productos deben pasar por un Puesto de Control Fronterizo que solo existe, por el momento, en Guixar.
Este nuevo PIF, del que ya se dispone de un anteproyecto aprobado por el Ministerio de Sanidad, nace con un presupuesto de dos millones de euros y se localizará en una superficie de mil metros cuadrados. Para su emplazamiento se ha elegido el área de concesión que devolvió hace unos días Zona Franca, en el centro de la gran explanada de Bouzas.
Precisamente, al término del consejo de ayer, el presidente de la Autoridad Portuaria, Jesús Vázquez Almuiña, citó ayer que esos 65.000 m2 que devuelve el Consorcio se destinarán a un uso permanente de rotación de vehículos “de modo que se logre una gestión fluida y ágil” de esta mercancía, que seguirá siendo la base de la actividad de la terminal. La tarifa por cada parcela de 7.000 m2 será de 1.624 euros cada diez días.
Mercancía perecedera
Hace años que el Grupo Suardiaz muestra su interés en aprovechar su línea ro-ro con Tánger para trasladar por mar hasta Vigo desde Marruecos pesca congelada por ejemplo, pulpo. La Dirección General de Salud Pública y Calidad e Innovación dependiente de la Secretaria General de Sanidad y Consumo del ministerio establece en su autorización los procedimientos y requisitos que deben seguir y cumplir este PIF, normas en las que se basa el anteproyecto ya existente, y con el que se redactará el proyecto constructivo. La intención de la Autoridad Portuaria es licitar las obra a finales de este año para su ejecución a lo largo de 2022.
En la documentación aportada ayer a los consejeros se destaca que “con el fin de captar nuevos tráficos derivados de las sinergias con las líneas regulares que constituyen las autopistas del mar cumpliendo con las exigencias que la autoridad sanitaria establece, la Autoridad Portuaria de Vigo prevé acometer la inversión necesaria para proyectar, construir y poner en servicio una nueva Instalación Fronteriza en el recinto de Bouzas, para que pueda ser autorizada para la inspección de productos de origen animal y consumo humano (POACH) y para productos de origen no animal y consumo humano (PONACH)”, un trámite ya superado hace un año.
Varios servicios
Se prevé un edificio de una sola planta con dos zonas de operaciones separadas para cada servicio, dotadas de las instalaciones correspondientes: salas de inspección, cámaras de almacenamiento, vestuarios y locales administrativos. Para cada zona de operación-servicio, se dispondrán de dos puertas (muelles) de descarga, si bien se diseña con la posibilidad de incorporar, si las necesidades así lo requieren, un muelle más en cada zona hasta llegar a un máximo de seis en una primera fase. Al ser un diseño modular, se podría ir ampliando fácilmente a medida que la demanda del servicio lo requiriese.
El edificio previsto presenta una superficie total en planta de más de 1.000 m2, siendo necesaria una superficie similar aledaña para las maniobras de los vehículos pesados.
Temor a la “inestabilidad”
La escasez de microchips para los componentes de la automoción, el atasco del canal de Suez al encallar un barco y la falta de contenedores en el mercado internacional genera una “inestabilidad económica” que causa preocupación en el Puerto, según admitió ayer su presidente, Vázquez Almuiña. Esta situación ya provoca “efectos negativos” en el tráfico. De hecho, el movimiento ro-ro del mes de febrero descendió un 5,38 %, si bien Vigo se mantiene en el liderato nacional en este tipo de actividad, por delante de Valencia y Barcelona. Según explicó presidente de la Autoridad Portuaria, tras la reunión del consejo de administración del organismo, los movimientos de vehículos en la terminal viguesa bajaron un 5,38 % en cuanto a número de unidades, y los datos de tráfico acumulado desde principios de 2021 también reflejan un descenso, en ese caso del 3,11 %.
En términos generales, el tráfico portuario total del mes de febrero experimentó un descenso del 6,55 % y el descenso fue del 6,54 % en lo que respecta a mercancías. Entre las mercancías que registran descensos, además de los automóviles, están los cereales y harinas (-68 %), aceites y grasas (-53,6 %), metales (-32,5 %), conservas (-30 %) y pesca congelada (-25,95 %). Por contra, tras meses de descenso, la pesca fresca se ha recuperado en febrero, con un aumento del 2,91 %, y también presentaron crecimientos los tráficos de harina de pescado, cemento, pizarra y otras mercancías. En cuanto al tráfico acumulado de mercancías desde principios de año, éste se mantiene con una leve subida del 0,89 %, y en ese contexto, tienen datos positivos el tráfico de alimentos, de automóviles, harina y aceites de pescado, piezas de automoción o materiales de construcción, entre otros. Almuiña confía en que todos estos contratiempos sean coyunturales y se restablezca la actividad normal en cuestión de semanas, si bien no oculta su temor a que se prolonguen en el tiempo.
