Bouzas tendrá que esperar por un hipotético Puesto de Inspección Fronteriza (PIF). La creación de estas instalaciones en la terminal ro-ro, desdoblando las actuales, ubicadas en Guixar, es una vieja aspiración de armadoras como Suardiaz y el anterior presidente portuario, Enrique López Veiga la asumió como propia. Y estuco a punto de lograrlo hace dos años, cuando el Ministerio de Sanidade anunció una autorización.
Sin embargo, las dudas han regresado a Praza da Estrela. El actual timonel de la Autoridad Portuaria, Jesús Vázquez Almuiña, ha admitido que “hay que ver cual de las dos opciones es la mejor porque ambas tienen aspectos favorables y desfavorables”. Esas dos posibilidades son mantener unificada la inspección actual de productos perecederos en Guixar, mejorando las instalaciones actuales, o crear un segundo PIF, como delegación del primero, en Bouzas, alternativa que se defendía hasta ahora en la Autoridad Portuaria.
Sin descartar esta segunda posibilidad, Vázquez Almuiña apuesta por la cautela y prefiere no decantarse por ninguna. Subraya que recientemente visitó las instalaciones de Guixar, las únicas existentes, y recabó la opinión del personal. La conclusión ese abrir consultas con el Ministerio de Sanidade con el fin de concretar “ lo que sea mejor para todos”. Almuiña explica que su llegada al cargo, hace menos de dos meses, permite comenzar los contactos desde cero, “ver, preguntar, hablarlo con el ministerio y actuar en consecuencia”.
"Se trata de determinar qué es lo más práctico"
“Se trata de determinar qué es lo más práctico, evaluar si con dos zonas se puede complicar más el proceso o no y quiero pulsar la opinión con el ministerio”, añade el exconselleiro de Sanidade. Preguntado sobre la postura del propio personal del PIF, el presidente portuario mantiene la prudencia. “Ellos dan su opinión, como técnicos, pero la decisión es del ministerio. Hay aspectos favorables y desfavorables en las dos opciones, No hay la solución perfecta”.
La controversia no es nueva, pero parecía resuelta hace dos años, a favor de un segundo Puesto de Inspección Fronteriza en Bouzas. Sin embargo, desde entonces no hubo avance alguno y todo apunta a que aún se demorará un resultado final. De este modo, toda la mercancía perecedera de países no comunitarios, desde pesca fresca y congelada, a conservas, tendrá que pasar obligatoriamente por los muelles de Guixar, ya que Sanidad tampoco permite que mercancía descargada en Bouzas sea trasladada vía terrestre, con todas las garantía al único PIF actual.
Cuando se optó por un segundo puesto, se argumentó que La Autoridad Portuaria se arriesgaba a perder importantes tráficos con Marruecos, especialmente a través del Grupo Suardiaz, interesado en aprovechar su línea ro-ro con Tánger para trasladar por mar hasta Vigo desde Marruecos pesca congelada por ejemplo, pulpo.
La pelea de Vigo con Sanidad, en la que se subrayaba que sí se permite en Barcelona lo que se negaba en la ciudad olívica, lograba lo que parecía una victoria hace dos años, a principios de 2019. Entonces, el ministerio contestaba favorablemente a la solicitud de la Autoridad Portuaria para desembarcar esta clase de mercancías en la terminal ro-ro con la construcción en este recinto de un nuevo PIF, que funcionará como una delegación del de Guixar.
Requisitos
La Dirección General de Salud Pública y Calidad e Innovación dependiente de la Secretaria General de Sanidad y Consumo del ministerio, incluso indicaba los procedimientos y requisitos que deben seguir y cumplir la dotación para obtener el permiso definitivo. No se imponía ningún tamaño mínimo ni máximo, como tampoco se hace referencia a dónde debería ir ubicado ese PIF dentro de la explanada ro-ro, pero sí se hacía especial hincapié es que la mercancía de terceros países introducida por estos muelles ofrezcan las máximas garantías sanitarias, aspecto donde imponía las máximas exigencias.
Con aquella carta, el Puesto diseñó un segundo PIF de una dimensión muy reducida, de solo dos bocas (el de Guixar tiene ocho), y funcionaría como una “delegación” del de Guixar con personal desplazado. Incluso se eligió una franja de terreno pegada a la verja perimetral de la explanada, usada como aparcamiento de Semirremolques (SR), cerca de sede operativa del Grupo Suardiaz y de la rampa móvil que emplean los barcos de esta naviera en la autopista del mar Vigo-Francia. Pero no hubo, finalmente, autorización definitiva y la pandemia acabó por echarlo todo abajo, al menos de momento.
Concello y Autoridad Portuaria buscarán llegar a acuerdos beneficiosos para ambos
El Puerto de Vigo y el Concello buscarán acuerdos sobre la planificación portuaria, el crecimiento de la terminal y la interacción con la ciudad a través de comisiones bilaterales de trabajo, aunque el alcalde, Abel Caballero, reiteró una vez más que su rechazo a nuevos rellenos en la ría es “inamovible”. Así lo manifestó ayer el regidor tras mantener su primera reunión con el nuevo presidente de la Autoridad Portuaria, el exconselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña. Por otra parte, el regidor lamentó que el nuevo plan de usos portuarios, que “hay que rehacer”, “va en la dirección contraria” a lo reclamado por el Ayuntamiento y, en lugar de ceder más espacios para la ciudad, pretende recuperar varias zonas para uso portuario. El alcalde también insistió en la necesidad de que se construya un túnel en la Avenida de Beiramar y se recupere la superficie para la ciudad, o en su “oposición frontal” a una conexión ferroviaria desde la terminal de Bouzas “que rompa la ciudad” y que, además, “Citroën no quiere”. Por su parte, el presidente del Puerto, Jesús Vázquez Almuíña, abogó por trabajar para lograr acuerdos entre ambas instituciones, con el fin de que las actuaciones se basen en un “equilibrio” de las demandas de ambas partes. No obstante, recalcó que la “premisa” de la Autoridad Portuaria es que la terminal olívica “siga creciendo y consolidándose” y para ello, recalcó, el Puerto necesita más atraques, y más espacio para aumentar su actividad. “Cuanto mayor apoyo tengan los proyectos, mejor. Mi equipo va a tratar de llegar a acuerdos, porque eso agilizará todo”, señaló en alusión a las comisiones bilaterales de trabajo, al tiempo que aseveró que el Puerto de Vigo tiene una serie de “retos” de futuro y necesita “la complicidad de la ciudad”. La comisión técnica bilateral estará compuesta por la concejala de Urbanismo, María José Caride, y la directora del Puerto, Beatriz Colunga.
“Peiraos do Solpor seguirá adelante”
Donde no parece haber dudas en Praza da Estrela es en la conclusión del proyecto “Peiraos do Solpor”, la iniciativa ambiental que en 2020 logró el “Óscar” de los puertos en el mundo y acaba de recibir el apoyo expreso de Europa con la aportación de 2,5 millones de sus 3,1 de presupuesto. Vázquez Almuiña lo tiene claro: “Seguiremos adelante con él, nunca tuve dudas, y menos con la aprobación de Europa. La integración Puerto-ciudad es básica”. El proyecto medioambiental “Peiraos do Solpor” fue la “niña mimada” de López Veiga y ya se encuentra a medio camino en su ejecución, que podría estar lista para todos los ciudadanos en 2022. La segunda fase del programa, el visor submarino de A Laxe se iniciará en este primer trimestre de 2021. La dársena de A Laxe (Muelle de Trasatlánticos) acogerá una serie de paneles verticales para la colonización de fauna y flora, además de varios arrecifes artificiales. Todo ello podrá ser visualizado por los ciudadanos a través de un observatorio submarino diseñado y construido por el astillero vigués de Cardama. Este visor submarino pretende ser el “piloto” para la tercera y última fase de “Peiraos do Solpor”, el jardín marino de Bouzas. La primera fase del proyecto, ya concluida, se llevó a cabo en la dársena de A Laxe, donde se colocaron unas primeras estructuras o arrecifes submarinos. La segunda fase, que está a punto de arrancar, es el observatorio submarino y la tercera y última etapa se desarrollará en la escollera de la rerminal ro-ro de Bouzas, donde se instalarán un total de 50 arrecifes artificiales y otras tantas piscinas que simulan pequeños ecosistemas, además de una zona de paseo. Si se cumple el calendario ahora previsto, será a finales de 2021 o comienzos de 2022 cuando se pueda dar el salto a la culminación del programa, en la escollera de Bouzas, donde los vigueses podrán disfrutar del “solpor” de la Ría de Vigo.
