Los pleitos caen a mínimos históricos pese a seguir alta la litigiosidad civil y laboral

Hace una década, cuando la crisis económica derivada de 2008 apretaba con fuerza, los juzgados de Vigo registraron cifras récord de litigiosidad, llegando a contabilizar más de 80.000 pleitos anuales. El panorama, desde entonces, ha dado un vuelco. El cese de aquella recesión y sobre todo una serie de reformas penales de calado provocaron que el volumen de procedimientos fuese descendiendo sin pausa y a velocidad de vértigo. Y con la llegada del COVID-19, el parón judicial provocado por el confinamiento domiciliario no ha hecho más que apuntillar esta situación. Porque los apenas 41.300 asuntos que hubo en 2020 es la cifra más baja de litigiosidad registrada en la urbe en años. Son casi un 10% menos que en 2019 y la mitad que hace 10 años.

Fueron concretamente 41.363 los procedimientos que entraron en un año atípico que se vio condicionado por el coronavirus: la actividad judicial estuvo paralizada –limitada a asuntos urgentes– durante tres meses, desde que a mediados de marzo se decretó el primer estado de alarma hasta que en junio se reactivaron los plazos procesales y los juicios.

Jurisdicciones

Los asuntos bajaron en todas las juridiscciones, pero no del mismo modo. Cada una de ellas merece su propio análisis. El mayor desplome se registró en la penal: los juzgados de Instrucción contabilizaron poco más de 15.000 casos –un 16% menos que los casi 18.000 de 2019– y en las salas de lo Penal a donde se elevan los juicios de los delitos graves entraron 950 procedimientos –un 23% menos que los 1.235 del ejercicio anterior–. Una situación que se explica por el desplome de la delincuencia que provocó el coronavirus, tanto durante el obligado encierro domiciliario como ahora con el toque de queda nocturno. Entre los pocos delitos que siguen al alza se encuentran los de violencia de género, y de hecho el juzgado especializado superó en 2020 el millar de asuntos: también descendieron con respecto a hace un año, pero de forma ligera.

Y aunque también experimentan una leve disminución, lo cierto es que el resto de jurisdicciones se mantienen en cifras altas de litigiosidad, muy similares a las de 2019. Y eso pese a la larga parálisis judicial vivida, lo que evidencia de forma bastante clara la elevada carga de trabajo que existe en estos tribunales. Un claro ejemplo son los juzgados de Primera Instancia: junto a los civiles ordinarios, aquí también se incluyen las salas de Familia y las especializadas en cláusulas suelo. Recibieron casi 18.300 asuntos, cifra muy elevada si se tiene en cuenta que en 2018, por ejemplo, fueron poco más de 16.000.

Similar es el escenario en la jurisdicción laboral, que sigue a la espera del séptimo juzgado de lo Social prometido por el Ministerio de Justicia. Las seis salas registraron 5.380 litigios. Uno de los tribunales ya señaló juicios en 2022 y varios más los están poniendo a finales de este 2021 que acaba de arrancar. Y, por último, los juzgados de lo Contencioso-Administrativo tuvieron 722 casos. Estas salas resuelven los recursos contra las sanciones del estado de alarma, pero aún no llegó el aluvión de demandas.

1.150 demandas de despidos y los casos de deudas al alza debido a los fondos buitre

La prueba de que ni el COVID puede con la carga de trabajo que soportan los juzgados de Primera Instancia y de lo Social de Vigo está en que sus asuntos estrella siguen al alza. En los tribunales civiles esto se ve de forma clara con los monitorios, un procedimiento para reclamar deudas: en 2020 se presentaron más de 6.700 –una media de 18 diarios–, un 11% más que el año anterior. Los usan mucho los fondos buitre. Los que bajaron fueron los pleitos de cláusulas suelo, aunque siguen a la orden del día, al sumar un millar. Y en los tribunales laborales entraron casi 1.150 demandas de despido y 1.679 de salarios y cantidades.

La incógnita de un incierto 2021: ¿habrá el aluvión de asuntos que se pronostica?

Cerrada ya la estadística de 2020, la gran incógnita es qué ocurrirá este 2021. Ministerio de Justicia y Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) pronosticaron un aluvión de asuntos directamente relacionados con la crisis económica y social del coronavirus. Una ola histórica de demandas de despido, concursos de acreedores, reclamaciones de deudas o demandas contra las multas impuestas durante el estado de alarma. A la espera de lo que ocurra los próximos meses, lo cierto es que por ahora entraron muy pocos asuntos directamente relacionados con la pandemia. Lo más notorio han sido las primeras sentencias de los jueces de lo Contencioso anulando las sanciones por saltarse el confinamiento domiciliario.

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