Los empresarios del polígono de O Caramuxo estrenaron 2016 casi con el agua al cuello. Literalmente. Los intensos aguaceros que encadenó Vigo a comienzos de enero, con jornadas que dejaron más de 40 litros por metro cuadrado (l/m2) en el centro, hicieron que el río Lagares saliera de su cauce e inundase varias naves. Desde Asime, la Asociación de Industrias del Metal, incluso se cifraron los daños por encima de los dos millones de euros. No fueron los únicos afectados. El entorno de Balaídos también sufrió los efectos de la crecida del río. Para evitar que vuelvan a ocurrir episodios similares, o al menos para paliarlos en la medida de lo posible, la Xunta ha elaborado un plan de gestión frente al riesgo de inundaciones, que contempla obras por 6,8 millones de euros. En concreto, prevé actuaciones para mejorar el espacio fluvial del Lagares en el cruce de avenida Severino Cobas, el polígono do Caramuxo, Avenida de Madrid, Rega do Folón en el cruce con la carretera de Camposancos y medidas también en Sárdoma y –en una fase posterior– Lavadores. Entre todas destaca la propuesta de los técnicos para Sárdoma, donde plantean habilitar un área de inundación controlada.

El anteproyecto de la actuación, al que ha tenido acceso FARO, detalla que la propuesta de los técnicos se centra en una superficie de 73.346 metros cuadrados y una profundidad neta de acumulación de agua de 1,5 metros comprendida entre la carretera Ponte Segade-Sárdoma, la de Miraflores-Sárdoma y el propio margen derecho del Lagares. Su misión sería la de servir de aliviadero al río durante las crecidas para paliar las inundaciones. El objetivo, como precisan los técnicos, es la “reducción de los caudales por medio de un almacenamiento temporal de parte de las aguas transportadas por el cauce”. Para conseguirlo se deriva el agua hacia una espacio habilitado y que permite, a su vez, devolverla al Lagares a través de un sistema de desagüe lento y controlado.

La zona presenta pendientes de entre el 0,25 y 0,5%, lo que facilita el drenaje por gravedad. Para facilitar su labor, en cualquier caso, se plantean tres tubos de hormigón armado para el desagüe de 0,8 metros de diámetro. El anteproyecto que ya maneja la Xunta contempla además una superficie ocupada total de unos 76.500 metros cuadrados, la mayoría de carácter “improductivo”. El presupuesto total de la actuación asciende a 1,23 millones, de los que cerca de 142.300 euros se corresponderían con la obra civil del área de inundación controlable. En el presupuesto se recogen también, por ejemplo, los sistemas de canalización y drenaje o la gestión de los residuos. El anteproyecto precisa además que el espacio puede aprovecharse como “zona de esparcimiento” y favorecer la “concienciación y sensibilización sobre la problemática de las inundaciones en el entorno”. Con ese fin se dotaría de bancos, papeleras y otro mobiliario urbano. A su aprovechamiento el resto del año, cuando no se necesite como “área inundable” ayudará el hecho de que la zona debe permanecer –anotan los técnicos– lo más seca posible para “maximizar su capacidad de acumulación”.

Anteproyecto de la Xunta para crear el área de inundación controlada en Sárdoma HUGO BARREIRO

La de Sárdoma no es la única área anegable que la Xunta tiene sobre la mesa. Los técnicos plantean otra zona con un uso similar en Lavadores-Santa Tereixa de Xesús. El sector estaría delimitado en ese caso por la calle Manuel Álvarez, Avenida Ramón Nieto y las calles Coutada Nova y Folón. La Xunta dispone en concreto de tres alternativas, de 7.450, 17.040 y 31.770 metros cuadrados. Se habrían planteado también espacios de inundación controlada en Santa Lucía da Salgueira, entre Avenida Antonio Palacios, Baixada Ponte Nova y el margen derecho del río Lagares. La actuación más inmediata, a desarrollar en los próximos años, sería en cualquier caso la de Sárdoma.

Con el fin de explicar a los empresarios del polígono do Caramuxo las actuaciones que la Xunta plantea desarrollar en su zona para reducir el riesgo de inundaciones, la conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, se reunió ayer con la directiva de Asime y empresas del entorno. En la entrevista también participó la delegada autonómica en Vigo, Marta Fernández-Tapias. Durante la cita detallaron que la Xunta ha presentado ya al Concello el proyecto para invertir 1,6 millones en la ampliación del cauce en el polígono. La propuesta contempla ensanchar el canal del Lagares en un trecho de 815 metros y retranquear las sendas fluviales a ambos márgenes del Lagares.

La Xunta quiere destinar 6,8 millones a reducir el riesgo de inundación en Vigo y esperamos contar con la colaboración del Concello para empezar lo antes posible”, apuntó Vázquez tras detallar que ya se han remitido al Concello los cinco proyectos de actuaciones prioritarias. Además de Caramuxo y Sárdoma, se recoge Severino Cobas (850.600 euros), A Rega do Folón (498.900) y Avda. de Madrid (2,6 millones). En una fase posterior se sumará Lavadores, con 4,6 millones. “Valoramos muy positivamente la actuación y solicitamos la máxima y mejor coordinación entre administraciones”, comenta Asime tras conocer el plan diseñado por los técnicos para O Caramuxo.

El Concello dedica 112.000 euros a la limpieza y cuidado del río

El Concello dedicará 112.000 euros a la limpieza y conservación del Lagares. El alcalde anunció ayer que esta misma semana la Junta de Gobierno Local dará luz verde al proyecto, que se centrará en la preservación del cauce del río. Abel Caballero recordó, en cualquier caso, que el Lagares “es competencia exclusiva de la Xunta” y denunció la falta de inversión del Ejecutivo autonómico. “Desde que gobierna Feijóo no le dedicó ni un solo euro. Y nosotros dedicamos cientos y cientos de miles de euros en paseos, limpieza, conservación... Ahora, tras diez años sin hacer nada, viene con un nuevo engaño”, lamentó el primer edil antes de referirse a la “trampa” del anuncio del plan anti inundaciones de la Xunta. “Ofrece seis millones y dice que el Concello tiene que hacer las expropiaciones, que son mucho más que seis millones. Y hay una trampa tremenda y es que esos seis millones no se pueden invertir hasta que no esté aprobado el PXOM, por tanto nada antes de los próximos dos años”. El primer edil aseguró además que seis millones suponen una cifra “ridícula, una tomadura de pelo” si se comparan con la inversión total que sumará el plan anti inundaciones.