Los negocios de O Caramuxo miran con miedo al cielo. Temporales como los registrados durante los últimos días o el que se espera para hoy provocan la crecida del río Lagares, que desborda de su cauce y termina anegando las naves del polígono. Harta de esta situación, la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime) exige a las administraciones con competencias que adopten las medidas necesarias para solucionar el problema. El colectivo calcula que la crecida del viernes -cuando las lluvias acumularon casi 60 litros por metro cuadrado-, que anegó accesos y las naves de 15 empresas, causó daños por valor de más de dos millones de euros. Hace apenas ocho meses los negocios padecieron durante el último desbordamiento del Lagares un perjuicio similar. Asime ya ha empezado a coordinar las reclamaciones de afectados al Consorcio de Compensación de Seguros. Los perjudicados estudian además exigir daños y perjuicios a las instituciones.
"Es inadmisible y la solución no puede pasar de esta semana", recalca Enrique Mallón, secretario general de Asime, quien tacha de "dramática y tercermundista" la situación que afrontan las empresas de O Caramuxo, en su mayoría dedicadas al sector metalúrgico -hay firmas especializadas en fabricar componentes para la automoción, utillaje industrial o reparaciones navales-. Cuando el agua anega las naves estropea la costosa y pesada maquinaria, obliga a paralizar la producción y daña la imagen de las firmas, que se ven incapaces de cumplir con los plazos comprometidos con sus clientes. "Sufrimos esta situación desde hace varios años y no puede ser. Las empresas intentan poner a salvo sus máquinas subiéndolas a palés o plataformas, pero algunas pesan demasiado para desplazarlas", anota Mallón. Ayer algunos de los 15 negocios afectados el viernes seguían paralizados.
El responsable de Asime lamenta que el Lagares "no tiene dragado suficiente" y que "hay zonas con basura y restos de árboles desde hace cerca de ocho meses". "A Augas de Galicia se le ha reiterado ya la necesidad de acondicionar el río", explica Mallón, quien lamenta que el organismo autonómico aún no les ha dado una respuesta. Además de a Aguas de Galicia el colectivo demanda soluciones también al Concello de Vigo, con el que sí ha mantenido reuniones para abordar el problema. "Esto tiene solución. Podría canalizarse 500 metros río abajo las aguas pluviales de las empresas", plantean las firmas.
"Es inadmisible que no se nos trate de forma justa. Hay que hacer una actuación de limpieza urgente y no puede pasar de los próximos días"-recalca el portavoz de Asime- "Una de las diez áreas industriales más importantes de Galicia no puede estar en esta situación". Según explica Mallón, en las empresas afectadas el viernes por la crecida trabajan cerca de 3.000 empleados, que también se vieron perjudicados por la situación.
