Cuando llega al Chuvi un paciente sospechoso de estar infectado, mientras se llega a un diagnóstico, pasa a la unidad pre-Covid. Su responsable, el doctor Martín Rubianes, cuenta que es "un filtro" para tratar de mantener al resto del complejo "limpio". Y los resultados han sido "muy buenos".
-¿Qué hace la unidad pre-Covid?
-Queríamos que el Meixoeiro fuera un hospital sin infectados por Covid-19 y que tampoco lo tuvieran los pacientes que fueran a otras unidades del Cunqueiro, para que no contagiaran a otros. A la vez, como no tenían diagnóstico de Covid, no podíamos mezclarlos con contagiados porque podrían infectarse. Así que se creó esta unidad. Son pacientes con un cuadro sugestivo de infección, pero aún sin resultados microbiológicos determinantes, o pacientes que puedan tener algún dato clínico que haga sospechar, pero que vengan de la calle con otras patologías, como una cadera rota. Es como un filtro del hospital para intentar mantenerlo lo más limpio posible. Es un trabajo de clasificación y de diagnóstico que tiene sus riesgos, porque hay pacientes que no son Covid pero otros sí.
- ¿Cómo tienen a los pacientes?
-Para evitar contagios, están en habitación individual hasta que tenemos los resultados.
- ¿Los tratan a todos como si estuvieran infectados en cuanto a protección del personal?
-Efectivamente. Mientras no se demuestre lo contrario, tienes que definirlo como si fuera positivo. Es una unidad que ha dado muy buenos resultados. Gracias a esto, no tenemos exposición de ingresados ni de sanitarios.
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-¿Han conseguido el objetivo de que no llegara al Meixoeiro?
-Llegó alguno, porque las pruebas no son 100% efectivas. Hemos sido de los primeros en trabajar con test rápidos y usamos PCR y técnicas muy modernas. Y, aún así, hay pacientes que han dado negativo aquí y que les han repetido la prueba allí y dan positivo. Pero son casos contados con los dedos de una mano.
- En el Cunqueiro habrá pasado lo mismo.
-Alguno, pero muy poquitos. Estamos muy contentos con el resultado. Claro, la situación de Galicia Hemos tenido más margen de tiempo para prepararnos.
-¿Qué capacidad tienen?
-Con la reducción de casos que hay, trabajamos con una vela. Unas 24 habitaciones. Hemos llegado a trabajar con dos, con cuarenta y algo pacientes simultáneamente.
-¿Cuál es el porcentaje de los positivos?
-Ahora salen bastantes menos. Estamos doblegando la curva. Hubo una época que, en diferentes modalidades de test, nos salían más del 50%. Uno puede tener fiebre, tos, neumonía? Pero hay otras bacterias o gérmenes que lo pueden ocasionar. Teníamos que poner el cascabel al gato y decir: "Pues no, lo de este señor es de otro germen". Un miedo que tenemos todos los clínicos es a la época de las infecciones respiratorias que, de por sí, colapsan los hospitales en una situación normal. Como no sabemos cómo se va a comportar el Covid-19, cuando llegue noviembre o así, tendremos que estar más alerta.
- Entonces, no tienen previsto cerrar la unidad pre-Covid.
-Desde la Dirección se ve como una unidad esencial y para nada, porque no sabemos cómo se va a comportar, si va a haber una segunda oleada... De momento no se piensa cerrar. Tendremos que dejar unidades pre-Covid por un largo tiempo.
- Y con la posibilidad de expandirse, como lo hicieron hasta ahora, ¿no?
-Sí, hay plantas en reserva de forma que, si un individuo contagia a un grupo, tengamos más unidades. Tenemos que estar preparados.
- ¿A qué servicios le come camas la unidad pre-Covid?
-A quirúrgicos y, en su momento, también a servicios médicos. Son plazas que dan mucha seguridad a los quirúrgicos. Está demostrado que tiene muchos riesgos operar a pacientes con Covid. Ya existirán consultas ambulatorias para disminuir el riesgo en las programadas, pero para una cirugía urgente hay que tener preparado un diagnóstico rápido para meterlos en quirófano con mayor seguridad.
- ¿Se va a hacer la prueba a todos los que vayan a quirófano?
-Pues es probable que en un futuro sea así. Por el momento, a todo paciente con cirugías de riesgo.
- ¿Cuáles han sido las mayores dificultades en la unidad?
-Nos enfrentamos a una enfermedad nueva y joven y no todos los métodos diagnósticos son infalibles. Los microbiológicos son muy buenos, pero no todos tienen un 100% de eficacia. Muchas veces, hay que combinar la clínica con las pruebas radiológicas y estudios microbiológicos para un resultado correcto. Es una labor bastante complicada. No todo es blanco o negro, hay muchos grises para llegar a un diagnóstico de Covid-19.
- ¿Cuánto pueden tardar de media en un diagnóstico?
-No nos podemos quejar. En Vigo Se están haciendo PCR todo el día. Los combinamos con la clínica, los test rápidos y la disposición del Radiología. Con todo ese batiburrillo y nuestros conocimientos, tenemos que tomar decisiones.
- ¿Intentan tomarlo en el mismo día o no es posible?
-Sí. En las épocas duras, con dos plantas abiertas, hemos llegado a renovar dos y tres veces al día todos los pacientes de pre-Covid. Cuando uno se mandaba a otro sitio, trabajaban denodadamente todo el personal de enfermería, auxiliares y limpiadoras, se volvúas a preparar esa cama para volver a usarla y, a lo mejor, en el turno de noche la utilizamos otra vez más.
- ¿Tuvieron refuerzo?
-Sí, porque es un trabajo ingente en el que hay que tener muchas precauciones. Cuando vas a una planta Covid sabes que te vas a enfrentar a un paciente positivo, pero en pre-Covid puede serlo o no y esa incertidumbre te hace llevar medidas de precaución adicionales. Y son camas que se renuevan mucho.
