La Semana Santa de este año será la más atípica que se recuerda. El estado de alarma en el que está el país desde el pasado 15 de marzo para frenar la propagación del coronavirus ha obligado a suspender los actos de una de las fechas más esperadas en el calendario litúrgico. Mañana, Domigo de Ramos, la Borriquita, al igual que los devotos, estará "confinada" y no saldrá a procesionar por las calles de Vigo. Los fieles tampoco podrán asistir a la misa, una de las más multitudinarias del año.

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Por ello, el obispo de la diócesis de Tui-Vigo, Luis Quinteiro Fiuza, ha solicitado a través de un vídeo de YouTube que los menores coloquen los ramos y los dibujos en las ventanas y en los balcones de sus hogares para celebrar la jornada festiva. "Los niños son los protagonistas. Eso nos alegraría a todos. Necesitamos vuestra manera de vivir la vida, la alegría, apoyo y ternura; cuando estamos con vosotros, somos mucho más fuertes", señaló.