En un goteo incesante desde que comenzó la semana, el área sanitaria de Vigo registraba ayer seis nuevas muertes. Además, los positivos confirmados rebasaron el miércoles la barrera del millar de casos. Según el último parte del Servicio Galego de Saúde (Sergas) son 1.018 las personas infectadas. Pero no todo son malas noticias. Juan José Gestal, profesor emérito de Medicina Preventiva e Salud Pública de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), llama la atención sobre la curva de ingresos y destaca que las medidas de aislamiento la han conseguido aplanar iniciando ya "una meseta". Analiza que, por delante queda "el momento más duro", alrededor de dos semanas en las que se seguirán llenando las unidades de críticos. "Pero el sistema sanitario aquí, tal y como está preparado, lo resistirá bien", confía.
El número de casos detectados en la población no es una cifra que dé información demasiado fiable sobre la expansión de la enfermedad, ya que depende mucho del número de test realizados y de que se halle un colectivo en el que se haya propagado el virus, como pueden ser los casos de las residencias de DomusVi Barreiro y Aldán, con 219 positivos entre usuarios -13 de ellos ya fallecido- y empleados -28-. "Nos informa mucho mejor el número de ingresos, que es el 20% del problema tal y como lo conocemos -206 hospitalizados de 1.018 contagiados-", explica . En la curva que estos dibujan "se ve perfectamente cómo ya estamos arriba en lo que se ha llamado el pico, en este caso en la meseta, apreciando cómo el confinamiento ha conseguido aplanarla". Y es que esta cifra lleva seis días moviéndose arriba y abajo en una horquilla de veinte pacientes.
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La curva de los que necesitan cuidados críticos, en cambio, sigue subiendo. "Los pacientes que se agravan suelen hacerlo una o dos semanas después de ingresar", estima el doctor. Por ello, calcula que seguirá creciendo ese tiempo antes de descender. Y, además, esto lo hará "más lentamente" porque las estancias de estos enfermos en UCI son de una media de 28 días. "Estamos a algo más de una semana de empezar la situación de máximo estrés", vaticina y cree que el sistema "vivirá ahora dos o tres semanas del momento más duro" pero "resistirá bien". "Ha merecido la pena el sacrificio, aunque tenemos que tener paciencia y continuar un tiempo", concluye.
El también profesor de Preventiva de la USC Francisco Caamaño ve un inicio de meseta en la curva de ingresos, pero advierte de que hay que coger los datos con "prudencia" porque "aún pueden cambiar mucho".
Ambos coinciden en que los contagios reales son muchos más y destacan que será importante hacer un elevado número de test para ver qué porcentaje de la población ya lo pasó y está inmunizada y, en función de eso, relajar las medidas de aislamiento.
El 28% en geriátricos
El área sumó ayer seis nuevas muertes. Cinco ingresados en hospitales -cuatro hombres de 74, 80, 81 y 89 años y una mujer de 93-, así como uno en DomusVi Barreiro. Son 27 y la mitad están vinculadas a geriátricos: 6 en Barreiro y 7 en Aldán. De estos trece, siete perecieron en las propias residencias.
El 28% de los positivos en el área son en residencias. Hay 227 casos -incluidos fallecidos-. Suben a 6 en el Complexo Residencial de Atención a Dependentes de Vigo e a 17 os de San Pedro de Crecente. Son 111 en Aldán, 78 en Barreiro y 15 en Moledo. Y hay que sumar 54 trabajadores afectados.
