La "mejor Navidad de la historia" ha llegado definitivamente a su fin con el desmontaje, la noche del miércoles, de los últimos elementos navideños que decoraban las calles de Vigo.

Primero fue la noria

y ya el lunes, el Sireno dijo adiós al árbol de Navidad. Con la desaparición de la "estrella de la muerte", el centro de la ciudad recupera su normalidad. Los diez millones de bombillas que han hecho famosa a la urbe un invierno más se almacenarán hasta el año que viene, a la espera de nuevas sorpresas que sumar a la lista de momentos top.