El mercante abanderado en Antigua, Pemba, entró anoche de arribada en Vigo tras sufrir un desplazamiento de su carga y la pérdida de ocho botes auxiliares que llevaba en la cubierta a causa del fuerte temporal. La búsqueda de las embarcaciones sigue activa esta mañana, coordinada por el Centro de Salvamento Marítimo de Fisterre, ya que pueden estar flotando sobre un area muy grande frente a la costa gallega, con el consiguiente riesgo para el tráfico de busques. Por ese motivo se ha activado un aviso a los navegantes y se está alertando en los boletines emitidos por el canal VHF cada media hora.

En ruta hacia el puerto polaco de Szczecin, el buque construido en 2008, de 116 metros de eslora por 18 de manga, navegaba a la altura de Cíes cuando comenzó a sufrir problemas. Al parecer, las constantes embestidas del oleaje rompieron las sujeciones de las pontonas -embarcaciones achatadas utilizadas para servicios auxiliares en puertos, en este caso de nueve metros de eslora por 3 de manga- que llevaba estibados sobre su cubierta.

Perdió hasta ocho botes que no consiguió recuperar pese a recibir la asistencia desde el aire de un helicóptero movilizado por el centro vigués de Salvamento Marítimo. De nueve metros de eslora por tres de manga, estas pontonas continúan a la deriva con el consiguiente riesgo para la navegación. Ante la infructuosa búsqueda de los botes y la imposibilidad de estibar correctamente el resto de la carga desplazada, el mercante optó por dirigirse al puerto vigués, donde atracó en torno a las diez de la noche escoltado por un remolcador.