La cabina de Os Valos "cazó" durante la primera mitad del año a miles de conductores que excedían la velocidad permitida y dio pie a 8.453 denuncias, un abultado balance que convierte al radar redondelano de la N-550 en el más activo de toda la red de cinemómetros que la DGT tiene repartidos por Galicia. Y de lejos, además.

A bastante distancia se sitúa en segundo lugar el sensor que Tráfico ha instalado en el punto kilométrico 31,1 de la AP-9F, cerca de Neda, en el acceso a Ferrol, que durante los mismos seis meses dejó un saldo que supera las 5.100 denuncias.

A pesar de la intensa actividad del cinemómetro de Os Valos los conductores lo respetan cada vez más. Según los datos recogidos por la AEA, durante la primera mitad de 2018 la DGT registró 6.217 sanciones y 10.036 en 2017, lo que revela un descenso de casi el 16% en dos años. La caída contrasta además con el aumento de tráfico.