Los montes gallegos se han vuelto a teñir de negro con el adelanto de la temporada de incendios en Galicia al mes de marzo, pocos días después de la llegada de la primavera. El tiempo seco, las altas temperaturas y el viento del noroeste se han convertido en los ingredientes perfectos para que el fuego coloree de naranja varios puntos de la comunidad.

El primer gran incendio de la temporada arrancaba el lunes por la noche en el norte de la ría de Arousa. Un voraz fuego, todavía activo, arrasaba más de un millar de hectáreas y amenazaba a cientos de vecinos de los concellos de Dodro donde se inició el fuego y de Rianxo donde se alcanzó la mayor superficie de arbolado quemado. Un gran despliegue de medios con efectivos de la Unidad Militar de Emergencias, cuatro aviones, siete helicópteros y las brigadas antiincendios de la Xunta luchan contra las llamas. A ellos se unieron cientos de vecinos que participaron en la extinción con mangueras y cubos de agua. Se desalojaron colegios, se protegieron viviendas y se cortaron carreteras y la autovía del Barbanza.

La comarca de Pontevedra no fue ajena ayer a los incendios que asolan a buena parte de Galicia y también registró tres: en Cerdedo-Cotobade, A Lama y Caldas de Reis. La superficie que ardió fue muy pequeña, especialmente, en el último, pero el susto no se le quitó a los vecinos de encima, bien alerta a las informaciones relativas a los incendios forestales durante los últimos días.

La ola de incendios en Galicia se extiende también por la provincia de Ourense, que amanece el miércoles con tres incendios activos y más de 60 hectáreas quemadas. Si a última hora del martes se activaba un foco en O Barco de Valdeorras, a primera hora de esta mañana, ya eran otros dos los fuegos que han superado la veintena de hectáreas: uno en Chandrexa de Queixa, en la parroquia de Parada Seca, y el otro en Calvos de Randín.

Trabajadores de Seaga denuncian que los 500 efectivos de esta empresa pública dependiente de la Consellería de Medio Rural "están en casa" mientras "en este 2019 ya han ardido más hectáreas que en todo 2018". Critican que "parece" que la Xunta "espera a que la situación esté fuera de control para movilizar a las brigadas" y alegan que Medio Rural "retiró a Seaga la encomienda de incendios en aras de una supuesta unificación del servicio que no llega".