La reforma de las pistas de atletismo de Balaídos tendrá que seguir esperando. Era el año 2005 cuando el bipartito de Emilio Pérez Touriño rescató del olvido esta vieja demanda y se comprometió a invertir cinco millones de euros en su modernización. Desde entonces y con cambio de gobierno de por medio, la cifra ha ido menguando. Primero se rebajó a 3,5 millones y el último presupuesto facilitado por la Consellería de Cultura ascendía a 2,3 millones de euros. Pero la actuación no encaja con el actual planeamiento en vigor y la Xunta no ve posible tramitarla al amparo de la Lei 3/2016 para obras de excepcional interés público.

En una resolución remitida a Praza do Rei en el mes de julio, la secretaria xeral para o Deporte, Marta Míguez, informa al gobierno vigués de que "no está motivado que la disconformidad con el planeamiento existente sea razón suficiente para recurrir a la normativa" que se entiende debe quedar circunscrita para casos excepcionales de especial interés público.

En la misma resolución se deniega esta vía urbanística tanto para el pabellón de Matamá como para las pistas de atletismo, cuya reforma queda de esta forma bloqueada sin ordenamiento que la ampare. Lo más curioso a este respecto es que el alcalde, Abel Caballero, advirtió ayer la posibilidad de acudir a los tribunales para que evalúen cómo es posible que se deniegue una alternativa al Concello cuando la administración local no realizó esta gestión. "No lo pedimos porque el acuerdo indicaba que la obra era de la Xunta y le correspondía solicitar a ellos los permisos. Esto es pura obcecación política. Es la primera vez en la historia que alguien deniega de forma oficial algo que no se pidió. Los jurídicos van a estudiarlo", señaló. El Concello responsabiliza a la Xunta del mal estado del recinto días después de que el PP denunciara su cierre durante el mes de agosto y el mal estado, achacando el mantenimiento al gobierno vigués.

La propia Xunta emitió un comunicado ayer para señalar que la reforma sigue siendo "una prioridad" para el Gobierno gallego pero que fue el Consello Consultivo el que rechazó la tramitación por la denominada ley exprés y que corresponde ahora al Concello realizar una modificación del Plan Xeral, un trámite que podría demorarse años. "Mantenemos el compromiso con las pistas", puntualizaron desde Santiago.