Tras casi cincuenta años atendiendo la salud de los vigueses -y 40 de ellos, dentro de la red pública- el Sergas se desprendía del policlínico Cíes en noviembre de 2015. Desde entonces, este edificio singular permanece cerrado sin plan alternativo. El próximo 15 de mayo concluye el plazo del segundo intento de venta por parte de su propietaria, la Tesorería General de la Seguridad Social, y no hay ninguna oferta sobre la mesa. La única propuesta es la que ha partido de Comisiones Obreras para que la Administración le dé una nueva vida como residencia de mayores. El Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar lo considera un "proyecto interesante" pero supedita la posibilidad de iniciar los trámites, con la correspondiente petición de cesión del inmueble, a llegar a un acuerdo con el Concello para cofinanciarlo.
La prioridad de la Tesorería es deshacerse del edificio, antes que su alquiler o la cesión -por este orden-, "por el principio de eficacia y rentabilidad". Lo intentó primero con una subasta, con un precio mínimo de 3,5 millones de euros, que quedó desierta. Se inició entonces un plazo de un año de venta directa en condiciones no inferiores a las de la puja. El próximo martes se cumple y no le ha llegado oferta de ningún tipo, por lo que "existe la posibilidad de convocar subastas sucesivas durante otro año con el mismo tipo de licitación de la que quedó desierta", según explica.
Mientras tanto, Comisiones Obreras sigue intentando que la Administración asuma el proyecto de una innovador centro gerontológico para personas con cierto grado de autonomía -dependencia en grado 1 y 2-, con 72 habitaciones residenciales, dos unidades de convivencia para 22 personas y dos apartamentos tutelados, además de un centro de día.
El conselleiro de Política Social, José Manuel Rey Varela, indicó al sindicato que la vía para este proyecto pasa por el consorcio de Benestar, un ente interadministrativo formado para que la Xunta y los concellos pudieran crear servicios sociales de forma conjunta. Aunque la cuestión aún está muy verde.
Su gerente, Perfecto Rodríguez, con el que se entrevistó la central, califica de "muy interesante" el proyecto, "siempre que haya implicación de todas las partes", aunque resalta que aún no se ha hablado de la fórmula. Solo ha habido un primer contacto en el que se expusieron las características de este tipo de actuaciones. "Si el Concello acepta las condiciones y llegamos a un acuerdo de cómo se puede llevar adelante, dentro de la filosofía del consorcio, sería cuestión de empezar a ver costes económicos y es un proyecto que podría llevarse a cabo, aunque no de un año para otro, porque tendría un coste importe", señala. Cuenta que el ente suele trabajar con "el espíritu de los tres tercios", que aportarían usuarios, Xunta y el concello en cuestión, y "que se pone en práctica con distintas fórmulas".
